La construcción de confianza a través de la interacción, las comunicaciones, los regalos y la hospitalidad son temas que han acompañado a la humanidad desde el principio de los tiempos. En la era digital y de la inteligencia artificial, aquellos dilemas clásicos que encontramos en la frontera entre lo transparente y lo oscuro, en la esencia misma del conflicto de interés, nunca perderán vigencia. En la reciente Conferencia Anual de Compliance 2024 nos enfocamos, entre otros temas, en el universo de los regalos, obsequios y hospitalidades. Han sido históricamente herramientas de cortesía que facilitan las relaciones comerciales, afianzan alianzas y promueven un clima de confianza entre las partes.Pero,¿la cortesía, es realmente inocua? En el contexto de la autoregulación del Compliance, ¿cómo generar las conductas adecuadas para evitar caer en la influencia indebida? Cuando estas prácticas no se manejan adecuadamente, pueden convertirse en catalizadores de conflictos de interés, favoritismos o, en el peor de los casos, actos de corrupción.
Por Gianfranco Barchiesi y Raúl Saccani .
Introducción
La Conferencia Anual de Compliance 2024, organizada por el Centro de Gobernabilidad y Transparencia del IAE Business School junto con el Centro de Integridad Corporativa de la Cámara de Industria y Comercio Argentino-Alemana (AHK), se centró en los desafíos de compliance que surgen en la colaboración entre el sector público y el privado. El foco estuvo en cómo generar confianza y, simultáneamente, garantizar la transparencia y gestionar éticamente las interacciones en un mundo digitalizado.
Con este marco, las conversaciones giraron en torno a los riesgos y las mejores prácticas en hospitalidad y regalos corporativos, la gestión de intereses en la colaboración público-privada para impulsar inversiones y la regulación del uso de herramientas de mensajería instantánea para las comunicaciones. Bajo el lema “Articulación público-privada en la era de la libertad: confianza, inversiones y oportunidades”, se abordaron las claves en la interacción entre los sectores público y privado, que también cuide altos estándares de transparencia y compliance.
En un mundo cada vez más digitalizado, la construcción de confianza sigue siendo el eje central para el desarrollo de los negocios, donde las políticas de compliance juegan un rol relevante en asegurar un campo de juego nivelado para todas las partes.En el panel titulado "Hospitalidad corporativa: creando confianza sin comprometer la integridad", se abordó el rol de la hospitalidad corporativa y sus límites éticos. Moderado por Raúl Saccani, el espacio contó con la participación de María Cecilia Auferil de Banco Galicia, Gustavo Regner de Bristol Myers Squibb y Vincenzo Putignano del Club Atlético RiverPlate. Los panelistas debatieron sobre cómo la hospitalidad puede construir relaciones sin sacrificar la transparencia y la ética.
A lo largo de la historia, desde los fenicios que entendieron el regalo como una herramienta de comercio y estrategia, hasta los romanos que celebraban la Saturnalia intercambiando obsequios con versitos dedicados, el acto de regalar ha sido una herramienta humana fundamental. Sin embargo, como bien advierte un antiguo dicho esquimal, “los regalos crean esclavos del mismo modo que los latigazos crean perros.” Esa frase nos recuerda que, aunque el acto de obsequiar esté cargado de simbolismo, también lleva consigo el potencial de encadenar relaciones y expectativas.
En el mundo corporativo,los gestos de cortesía responden muchas veces a una “obligación social”, la cual puede rápidamente ingresar en un terreno de sospechas y conflictos éticos. Por ello, manejar los regalos y la hospitalidad requiere de un delicado equilibrio. Porque, claro, ¿dónde está el límite entre un simple detalle y un intento de influencia? ¿Hasta dónde llega la cortesía o las“buenas costumbres locales” y dónde comienza el soborno?
El contexto de la colaboración Público-Privada
Tradicionalmente, entendemos que el sector público marca la cancha o incluso a veces dirige como un director de orquesta al sector privado. En cambio, en el formato de colaboración público-privada, el Estado permanece abierto a las propuestas del sector privado, potencia sus iniciativas y le abre la cancha. El Triángulo de Sábato por ejemplo, es un modelo científico tecnológico de cooperación entre el Estado y los privados, ya sean empresas o universidades, para el desarrollo de nuevas tecnologías.1
Compliance se basa en gran medida en este mismo sistema bajo un formato de autorregulación regulada,2 donde el Estado, en lugar de regular directamente la actividad privada, se apoya en las empresas para una regulación personalizada. Pasan a ser así las empresas las responsables de dictar regulaciones individuales para sus sucursales y de aplicarlas en cada una para asegurarse que actúan conforme a la ley. Este modelo de autorregulación regulada no deja de ser un modelo de cooperación público-privada, donde el Estado privatiza en las empresas funciones regulatorias y de policía que le eran eminentemente propias.
En la interacción entre el sector público y el privado, por ejemplo, para la prestación de servicios o provisión de bienes, es frecuente que los lazos se vuelvan demasiado cercanos y que el funcionario, responsable de priorizar los intereses de la comunidad, pondere en cambio los propios y los de la empresa. Este es un enfoque de la corrupción como problema de agencia.
Cuando los regalos son una forma de soborno, suelen facilitar pequeños favores. Si se requiere un contrato multimillonario, la concesión de una obra pública por ejemplo, los sobornos en estos casos suelen involucrar grandes sumas, habitualmente millonarias. Los regalos, un viaje, una entrada a un evento, un reloj de lujo o el auto de la empresa, son contraprestaciones a la medida de pequeños favores que se suelen esperar de parte del funcionario. Ejemplos de esto puede ser acelerar un trámite, hacer la vista gorda en una inspección, facilitar un contacto, recetar un remedio, etc. A veces ni siquiera se espera algo a cambio de inmediato. Alcanza con “ponerse al funcionario en el bolsillo”, listo para que abogue por nuestros intereses cuando necesitemos una ayudita.
En definitiva, serían entonces una manera disimulada de micro-soborno. El soborno macro se esconde en una shellcompanyoffshore. Esto queda grande para un soborno micro que se puede concretar con una “visita a la casa matriz” para dar una charla en un congreso y aquí nadie vio nada.
Si es una “Atención”, ¿Cuál es el Problema?
Otro aspecto importante es qué dice el regalo. Una dádiva no solo tiene la capacidad de torcer la voluntad de su destinatario con su valor económico, sino también con todo lo que rodea al regalo. Un regalo puede ser un mero gesto de cortesía, una señal de que nos interesa la otra parte, que queremos que nos recuerde y asocie a un objeto determinado, demuestra que uno tuvo presente a la otra y pensó en ella y es un gesto de buena educación. En la interacción con el Sector Público, incluso ese tipo de “atenciones” pueden ser problemáticas a la luz de las estrictas normas de ética pública. Podría ser asimilado por la justicia como un soborno, y cualquier decisión favorable posterior se verá como producto de este. Debemos entonces tener presente que, independientemente de la intención y el monto, el factor determinante es cómo será visto ante los ojos de un tercero, en tanto a su capacidad de influir su voluntad.
La FCPA Guideline prohíbe la entrega de nada de valor,3 admitiendo la entrega de pequeños presentes, pero un regalo de poco valor puede también dar lugar a un vínculo corrupto. Pensemos entonces en la clase de relación que se entabla más allá del regalo en sí. Se puede regalar algo muy pequeño y de escaso valor, que se entregue marcando la intención de obtener algo a cambio. Si, más allá del regalo, se intenta marcar una diferencia con el funcionario para que vea que es “especial”, por ejemplo, construyendo un clima de intimidad y confianza, esto también puede torcer la voluntad del funcionario.
Entonces, la medida de qué podría considerarse soborno es un parámetro subjetivo, no hay una línea nítida que marque dónde termina una atención corporativa lícita y comienza un soborno disfrazado de regalo. Aunque la intención de quien entrega el regalo importa, queda en un segundo plano frente a lo que el regalo objetivamente dice. Y en última instancia, forjar relaciones demasiado estrechas e íntimas con el funcionario pone a la organización en un riesgo innecesario, al borde de la ilegalidad y esto debe evitarse.
FEPA
Aunque con los ojos de hoy luzca un caso extremo y poco probable, no podemos dejar de mencionar la ForeignExtortionPreventionAct, FEPA4 , que permite la persecución penal en los Estados Unidos de los funcionarios que se hayan involucrado en actos corruptos. Recordemos que funcionarios no son solamente los ministros. El director de un hospital público o de una obra social estatal también son funcionarios públicos. Un médico con una relación laboral también quedaría incluido o el director de compras de ese hospital. Básicamente todo lo que se sostiene primordialmente con dinero público y quienes ostentan un poder de decisión en esas organizaciones son equiparables a funcionarios públicos.
Al aceptar un obsequio, no solo materiales sino de cualquier tipo como viajes o tickets para un evento, cualquiera de ellos podría quedar alcanzados por la FEPA. Esto significa que quedan a tiro del DOJ durante por lo menos diez años.5 En este plazo, podrían ser detenidos no solo en los Estados Unidos sino en cualquier jurisdicción con acuerdo de extradición con los Estados Unidos.6 No se trata de meras especulaciones. El DOJ ha hecho expresa su prioridad de perseguir no solo a las empresas sino también a los individuos responsables de corrupción corporativa.7 Imaginen la sorpresa al llegar a Miami.
Compartiendo espacios sociales
En nuestro ámbito de América Latina, bloquear todo tipo de interacción con funcionarios públicos, por decir lo menos, una tarea difícil. Ministros y CEOs, funcionarios y gerentes comparten inevitablemente múltiples ámbitos de la vida en sociedad. Se encuentran en el Country, los hijos van a los mismos colegios, fueron a la misma universidad, etc. Si esto sucede incluso en grandes metrópolis como Ciudad de México, Madrid o Buenos Aires; se potencia en ciudades como Montevideo, Valencia o Mendoza, donde en cualquier esquina se encuentra uno con alguien conocido.
Tensiones en estos ámbitos se pueden trasladar al ámbito de los negocios, y lo mismo puede suceder con amistades y presiones sociales. ¿Puede ser que el funcionario se vea empujado a tomar una cierta decisión en su despacho para después evitarse un problema en el entorno social donde interactúan, evitando la exclusión? Aplazar una inspección, hacer la vista gorda en un requisito, correr un plazo, pasar un dato, todas eventuales monedas de cambio.
¿Qué hacemos? ¿Nos vamos del Country? ¿Cambiamos a los chicos de colegio? ¿Renunciamos al club? Nada de eso. El primer paso es la transparencia: comunicando en la empresa si hay un conflicto de intereses, aunque sea aparente, capaz de impactar sobre las decisiones del funcionario. Luego tomar las medidas necesarias para evitar que la vida personal se traslade a la oficina y viceversa. Es importante mantener estricto profesionalismo en las relaciones de negocios, generando un entorno que de espacio al funcionario para decidir.Con esto no se intenta poner todo ámbito social bajo el paraguas del cumplimiento, sino pensar en cómo mantener una vida normal en sociedad, retirando toda presión que pueda existir sobre quien desempeña un cargo público, transparentando posibles conflictos de intereses y haciendo un esfuerzo por mantener separados estos ámbitos.
¿Qué nos dicen los casos?
Los casos ofrecen importantes lecciones respecto de dónde se ubican los riesgos. No hace mucho hubo un caso de corrupción que involucró sobornos mediante la entrega de regalos de una empresa Alemana en Tailandia, todo bajo el paraguas de una empresa de tractores. El caso es muy interesante y merece ser objeto de estudio, pero lo que nos dice aquí es que hasta en las mejores empresas hay, al día de hoy, casos que involucran regalos.8 Este caso nos llama a poner atención sobre las operaciones M&A, que como una muñeca rusa, varias capas más adentro pueden esconder prácticas ocultas capaces de traer problemas a futuro.
Estos casos nos hablan también de un importante riesgo en el sector farmacéutico.9 Sucede que para influir las voluntades de gran cantidad de médicos no es viable el pago de sobornos de manera directa. Es por ello que se intenta inclinar las voluntades por medio de regalos, que se entregan de diferentes modos, por ejemplo, viajes e invitaciones a dar capacitaciones de escasa utilidad a precios inflados.10 Un informe señala que la entrega de beneficios del sector farmacéutico a médicos se ha duplicado en los últimos diez años.11 Esto no debe leerse como aportes corruptos, pero sí que hay un amplio espacio para poner la lupa, controlar y prevenir.
Sin embargo, otros sectores también demuestran un alto riesgo.12 Uno muy común es el de las subsidiarias que operan en jurisdicciones riesgosas, que a veces recurren a prácticas ilícitas para asegurar contratos.13 Este riesgo aumenta se multiplica si se opera mediante agentes de ventas. En otros casos, las subsidiarias han hecho un importante esfuerzo por encubrir los viajes de funcionarios, eliminándolos de todo registro, haciéndolos pagar de su bolsillo y reintegrándoles los gastos a través de agentes de viajes.14 Las mecánicas empleadas para canalizar estas dádivas se repiten entre empresas y sectores. Conocerlas es fundamentar para detectar regalos no autorizados y prevenir sobornos.
¿Cómo autoregular este fenómeno?
Si comparamos políticas de Regalos y Hospitalidad observaremos que la variedad de contenidos es enorme. Su nivel de especificación depende mucho de la sensibilidad del tema para el sector. Es más importante tener reglas claras en la industria farmacéutica que en la metalmecánica, y tiene mayor importancia en sectores de mucho contacto con funcionarios públicos que en sectores de retail.
Algunas (pocas) empresas simplemente prohíben dar y recibir regalos e invitaciones de toda índole, otras diferencian entre destinatarios (seniority de ejecutivos; funcionarios públicos) y/o por el valor de regalo o de invitación, o por región geográfica para respetar usos y costumbres locales. Algunas incluyen a los terceros de su cadena de valor en sus políticas, otras no lo hacen y algunas llevan un registro de lo dado y lo recibido. No hay un estándar general que pueda servir de benchmark. Demasiado diferentes son las condiciones y necesidades de los diferentes sectores industriales y usos y costumbres locales alrededor del mundo15 .
En cualquier caso, un buen punto de partida será definir qué entendemos por “regalo”. Desde una docena de facturas hasta un viaje con todos los gastos pagos, los regalos implican, en esencia, una transferencia unidireccional de valor sin una contraprestación directa. Si bien la mayoría de los gestos nacen de la cortesía, el sesgo de reciprocidad16 , un fenómeno bien estudiado en la psicología del comportamiento, nos recuerda que quien recibe un obsequio puede sentirse obligado, consciente o inconscientemente, a devolver el favor. Este factor convierte a los regalos en un área sensible dentro de las políticas corporativas de ética y cumplimiento.
Muchos sostienen que establecer límites claros y operativos es esencial para cualquier organización que desee fomentar la confianza sin comprometer la integridad. En este sentido, las políticas corporativas suelen adoptar criterios que restringen los obsequios según su valor económico, propósito y contexto. Se suelen aplicar umbrales que limitan objetivamente el monto de la atención (suele fijarse en USD 50, 100 o 200 anuales, dependiendo de la empresa) acompañado de excepciones rigurosamente supervisadas.
Sin embargo, el monto no es el único criterio relevante. El riesgo ético aumenta significativamente cuando el regalo puede percibirse como una intención de influir en decisiones comerciales, existe una relación jerárquica entre el oferente y el receptor; y se omite la transparencia en la entrega u origen del obsequio.
Cuando hablamos de interacción con funcionarios públicos, el marco ético se vuelve aún más restrictivo. Incluso los obsequios que podrían considerarse insignificantes en el ámbito privado, como el merchandising de una empresa, adquieren una dimensión más crítica debido al impacto potencial en la percepción de imparcialidad del decisor gubernamental. En este contexto, las organizaciones deben evitar no solo actos indebidos, sino también aquellas acciones que puedan interpretarse como tales. Existen reglas de prohibición en la normativa de ética pública, con escasas excepciones sobre las que también pesan requisitos de transparencia (el Registro de obsequios y viajes por ejemplo17 ). En el caso de Argentina, de acuerdo con el Decreto N° 1179/16, deben considerarse prohibidos todos los obsequios realizados con motivo u ocasión de las funciones,salvo los de costumbre diplomática o cortesía (salvo que provengan de personas con intereses especiales respecto del organismo en cuestión, en cuyo caso también estarán prohibidos)18 .
Ahora bien, más allá de la interacción público-privada, la percepción de los regalos varía según las culturas y sectores. En algunos países, los obsequios son un elemento intrínseco de las relaciones comerciales, mientras que en otros se consideran un acto sospechoso. Estas diferencias refuerzan la necesidad de políticas que no solo sean legales, sino también culturalmente sensibles y socialmente responsables.
Frente a la ambigüedad que rodea ciertos escenarios, las organizaciones pueden recurrir a preguntas que ayuden a evaluar la idoneidad de un regalo:
- ¿Cómo se percibiría si este obsequio se hiciera público?
- ¿Existe la posibilidad de que influya en la objetividad del receptor?
- ¿Es consistente con las políticas internas y la legislación aplicable?
Cuando las respuestas generan dudas, la mejor práctica es buscar orientación en el área de Compliance.
Una política robusta de compliance establece criterios estrictos para evaluar la admisibilidad de regalos y hospitalidades, incluso aquellos aparentemente inofensivos. Estos criterios buscan asegurar que los gestos no comprometan la objetividad ni se perciban como un intento de influir en decisiones comerciales. Entre los más relevantes se encuentran:
- Propósito: El regalo debe tener un objetivo apropiado, como mostrar cortesía o fortalecer relaciones comerciales, y nunca pretender asegurar una ventaja indebida.
- Legalidad: Debe cumplir con las leyes locales, incluidas las que rigen las interacciones con funcionarios públicos.
- Transparencia: Cualquier obsequio debe entregarse de manera abierta y registrarse adecuadamente en los sistemas de la organización.
- Razonabilidad: Debe ser proporcional al contexto, evitando excesos que puedan interpretarse como lujo o extravagancia.
- Reglamentación: Todo lo anterior debe estar contenido en un reglamento escrito que controle esta práctica para mayor claridad y un estándar homogéneo.
Los regalos y hospitalidades no son intrínsecamente malos; son una herramienta que, bien utilizada, puede reforzar relaciones genuinas. Sin embargo, su mal uso compromete la ética empresarial y pone en peligro la confianza de las partes interesadas. El desafío radica en equilibrar cortesía y cumplimiento, estableciendo políticas que protejan tanto a las personas como a la organización, siempre guiadas por un principio fundamental: la transparencia.
Disclaimer
Por favor lea el descargo de responsabilidad19 .
Referencias
1 https://es.wikipedia.org/wiki/Tri%C3%A1ngulo_de_Sabato
2 Braithwaite, Enforced Self-Regulation: A New Strategy For Corporate Crime Control, Michigan Law Review, Vol. 80, N° 7; Bermejo/Montiel, ¿Compliance officers "tras las rejas"?, en Saccani/Morales Oliver, Tratado de Compliance.
3 DOJ/SEC, FCPA Guideline 2020, p. 14.
4 https://www.justice.gov/jm/jm-9-47000-foreign-corrupt-practices-act-1977.
5 https://www.justice.gov/opa/pr/telefonica-venezolana-pay-over-85m-resolve-foreign-bribery-investigation.
6 https://www.gobernabilidadytransparencia.com/2024/01/15/foreign-extortion-prevention-act-fepa-la-contracara-de-la-fcpa/.
7 https://www.justice.gov/opa/speech/principal-deputy-assistant-attorney-general-nicole-m-argentieri-delivers-remarks-society
8 Saccani, R. (2022, December 7). Sesgo de reciprocidad navideño - Centro de Gobernabilidad y Transparencia. Centro De Gobernabilidad Y Transparencia. https://www.gobernabilidadytransparencia.com/2022/12/07/sesgo-de-reciprocidad-navideno/
9 https://www.sec.gov/newsroom/press-releases/2024-124.
10 https://www.sec.gov/newsroom/press-releases/2013-229.
11 https://www.radicalcompliance.com/2022/07/24/lessons-in-cardiac-company-fraud-settlement/; https://www.justice.gov/opa/pr/biogen-inc-agrees-pay-900-million-settle-allegations-related-improper-physician-payments.
12 https://www.wsj.com/articles/ten-years-of-payment-disclosure-does-little-to-curtail-corporate-influence-over-doctors-89a6e226; https://www.linkedin.com/posts/gianfranco-barchiesi_compliance-health-fcpa-activity-7223650975507517440-PUsH; https://openpaymentsdata.cms.gov/.
13 https://www.radicalcompliance.com/2023/10/12/that-clear-channel-fcpa-settlement/; https://www.wsj.com/articles/pokerstars-owner-enters-4-million-settlement-with-u-s-over-russia-payments-a7790dd9.
14 https://www.radicalcompliance.com/2019/07/22/fcpa-issues-cost-microsoft-25m/.
15 https://www.sec.gov/newsroom/press-releases/2023-160.
16 Kleinhempel, M. (2018, December 3). POLÍTICAS DE GIFTS & HOSPITALITY ¿PARA QUÉ? - Centro de Gobernabilidad y Transparencia. Centro De Gobernabilidad Y Transparencia. https://www.gobernabilidadytransparencia.com/2018/11/05/las-politicas-de-gifts-hospitality/
17 Registro de obsequios y viajes. (2021, May 3). Argentina.gob.ar. https://www.argentina.gob.ar/anticorrupcion/obsequiosyviajes
18 Lineamientos para la implementación de programas de integridad (aprobados por Resolución N° 27/2018). Argentina.gob.ar. https://www.argentina.gob.ar/anticorrupcion/prevencion/transparencia/lineamientos
19 Los puntos de vista, las opiniones y las posiciones expresadas en todas las publicaciones pertenecen únicamente a los autores y no representan las de la Universidad Austral, el IAE Business School o las empresas o instituciones que las apoyan. No se garantiza la exactitud, integridad y validez de las expresiones hechas en este artículo. No aceptamos ninguna responsabilidad por errores, omisiones o representaciones. Los derechos de autor de este contenido pertenecen a los autores y cualquier responsabilidad con respecto a la infracción de los derechos de propiedad intelectual recae en ellos. En ningún caso podrá ni deberá considerarse la información, análisis y opiniones brindadas en todo o en parte de este artículo como asesoramiento, recomendaciones u opiniones profesionales o legales. El lector que necesite tomar decisiones sobre los temas aquí tratados deberá asesorarse específicamente con profesionales capacitados que evalúen las características, normas legales y conceptos aplicables a su caso específico.