Eliana Coiro.
Gerente de Auditoría y Compliance de Gador.
- ¿Cuánto tiempo ha estado trabajando en el área de Ética y Compliance?
He sido responsable del start-up del área de Auditoría Interna y Compliance en Gador, por lo que me he desempeñado en esa función desde la creación del sector hace casi 6 años. Ha sido un gran desafío y enorme responsabilidad porque teníamos que trazar el camino, planificar nuestra ruta y comenzar a transitarla.
- ¿Qué soñabas con ser cuando fueras grande?
Tuve clara mi vocación desde muy pequeña, soñaba que iba a trabajar en empresas. Solía utilizar hojas, tarjetas y sobres que había en mi casa e imaginaba que trabajaba en una oficina, a diferencia de mis amigas que jubaban a ser maestras.
- ¿Cuáles son las cualidades que debe poseer un Compliance Officer?
En primer lugar, debe ser percibido como un referente ético en la compañía, que lidere con el ejemplo inspirando a los demás miembros de la organización a comportarse de forma ética.
Debe tener buenas relaciones interpersonales para lograr el objetivo de ser guía y apoyo para que los equipos tomen decisiones que cuiden el principal activo de la organización: su reputación.
También resulta esencial ser transparente y tener una escucha activa para conocer cuáles son las preocupaciones de los colaboradores y trabajar sobre las mismas.
- ¿Qué es lo más retador y que más te recompensa de tu posición?
Actuar con integridad aun cuando resulta difícil es un reto pero principalmente una recompensa porque tenemos la convicción de que las empresas que desarrollan sus actividades con prácticas éticas de negocio son las que resultan sustentables en el largo plazo.
Es un reto desarrollar las habilidades en los equipos de trabajo para que puedan enfrentar los dilemas éticos y desafíos que son habituales en el trabajo cotidiano. Resulta una gran recompensa cuando acuden a Compliance para que los asesoremos o ayudemos a tomar el mejor camino.
- ¿Qué consejo le darías a un nuevo profesional que comienza su carrera en Ética y Compliance?
Para comenzar, conocer muy bien la industria, el mercado en el cual la organización se encuentra desarrollando su actividad, los valores que definen su cultura y su estrategia de negocios. Entender los principales riesgos con los que se enfrenta la compañía para que su programa de compliance contemple el tratamiento de los mismos y brinde herramientas que ayuden a los miembros de la organización a minimizarlos.
Trabajar sobre un plan de capacitación efectivo y que considere el rol que cada colaborador desempeña en la organización de modo que los talleres de capacitación estén diseñados contemplando los riesgos a los que está expuesto cada uno.
El “Tone at the Top” escrito y declamado no sirve si no está acompañado de ejemplos cotidianos en nuestra conducta y toma de decisiones.
Por último pero no menos importante, generar alianzar internas y contar con aliados que nos ayuden a llevar adelante la tarea porque como siempre decimos “Compliance somos Todos”.