We are the champions

¿Más loas a la selección argentina de fútbol? No, esta vez nos referimos al “Compliance Champion”, una figura poco usada hasta que fuera introducida por la última Guía del DoJ sobre la "Evaluación de los Programas de Cumplimiento Corporativo". Al referirse a los incentivos positivos no financieros, los fiscales deberán indagar si la empresa ofreció oportunidades para que los gerentes y empleados sirvieran como “champions” del Compliance. La canción "We are the champions" de Queen es un himno a la perseverancia, la determinación y el logro. El “Compliance Champion”, a su vez, debe dar un ejemplo positivo a su equipo cumpliendo él mismo las normas éticas y legales. Debe ser capaz de orientar a los miembros del equipo para que puedan resolver los dilemas éticos que los atraviesan. Del mismo modo en que Freddy Mercury anima a “seguir luchando hasta el final”. Veamos de qué se trata este rol y cómo se conecta con la icónica canción de Queen.

Por Raúl Saccani.

Crear y mantener una cultura ética no es tarea fácil. Requiere comunicación, compromiso y refuerzo constantes por parte de todos los niveles de la organización, especialmente de la Alta Dirección. Una manera de lograrlo es establecer un programa de Compliance Champions (embajadores de la ética), que es una red de colaboradores que actúan como defensores, asesores y facilitadores de la ética en sus respectivas áreas.

Del mismo modo, la canción de Queen "We are the champions" encarna la idea de asumir responsabilidades y predicar con el ejemplo. Es un himno a la determinación y la perseverancia, una llamada a la acción para que las personas superen la adversidad y alcancen sus objetivos. La letra "I've paid my dues, time after time, I've done my sentence, but committed no crime" ("He pagado mis deudas, una y otra vez, he cumplido mi condena, pero no he cometido ningún delito"), habla de la idea de asumir la responsabilidad de las propias acciones y responder de los propios errores. Muy en línea con la rendición de cuentas que se exige en la nueva Guía del DoJ.

El propio Freddie Mercury declaró sobre la canción: "Estaba pensando en el fútbol cuando la escribí. Quería una canción de participación, algo a lo que los fanáticos pudieran aferrarse. Por supuesto, le he dado más sutileza teatral que un canto de fútbol ordinario. Supongo que también podría interpretarse como mi versión de “I Did It My Way”. Lo hemos logrado, y ciertamente no fue fácil. No hay lecho de rosas como dice la canción. Y todavía no es fácil”.

Imagen: Infobae

Mientras un golpeado pueblo argentino aún disfrutaba las mieles del éxito de su primer campeonato del mundo en Argentina '78, una impensada gira de Queen que recaló en el país en 1981.En un artículo, el diario Clarín asegura que esta serie de recitales fue "el primer capítulo del romance fútbol-rock, así como también que los artistas extranjeros subieran al escenario con la camiseta de la Selección". Aunque Freddie en la mayoría del tiempo arriba del escenario estuvo con su torso desnudo, hubo un momento en el que decidió lucir la camiseta de la selección argentina: mientras cantaba “We are the Champions”. Magia pura. Luego Diego Maradona, que presenció una de las fechas en que tocó la banda, intercambió una camiseta albiceleste con Freddy Mercury, quien le obsequió una con la bandera británica.Faltaban 13 meses para la guerra de Malvinas y cinco años para el mejor gol de la historia de los mundiales, justamente a los ingleses. Nota al pie: en clase usamos el caso de la “mano de dios” como dilema ético, generando encendidos debates.

La letra de "We are the champions" anima a las personas a asumir la responsabilidad de sus vidas y perseguir sus objetivos con determinación y perseverancia. Del mismo modo que Compliance Champion asume el desafío de impulsar la integridad dentro de su equipo. Para ello deberá:

  • Trabajar en estrecha colaboración con el departamento de cumplimiento para identificar y abordar los posibles riesgos de cumplimiento dentro de su unidad de negocios.
  • Actuar como punto de contacto para los empleados que tengan preguntas o inquietudes acerca de la ética.
  • Comunicar y difundir información de Compliance a su área.
  • Facilitar conversaciones y talleres sobre dilemas éticos propios de su negocio.

Para ser eficaces, los Compliance Champions deben ser cuidadosamente seleccionados, formados y apoyados por la organización. Algunos criterios para seleccionar a los embajadores de la ética son:

  • Tener una buena reputación y credibilidad entre sus compañeros y directivos.
  • Poseer un interés genuino y pasión por la integridad.
  • Tener buenas aptitudes para la comunicación y las relaciones interpersonales.
  • Estar dispuestos a aprender y compartir las mejores prácticas.
  • Tener perspectivas diversas.

¿Cuántos “champions” deberían tener las organizaciones y cómo lo determinan?

En general, las organizaciones con programas de embajadores del Compliance designan uno para cada unidad de negocio. El número también puede estar basado en los riesgos, la cantidad de unidades de negocio y de funciones comerciales, entre otros. Se estima que uno por cada 200 empleados es razonable. Pero independientemente de la fórmula que se utilice,es importante tener en cuenta el tamaño de la organización y la cantidad de locaciones. Dado que dos de sus funciones clave son ayudar a identificar problemas que de otro modo podrían pasar desapercibidos o no escucharse y difundir mensajes de integridad a todas las áreas de la empresa, es mejor reclutar tantos embajadores como ubicaciones y unidades de negocios tenga la organización.

La diferencia entre el personal de Compliance a tiempo completo y los Champions es que estos asumen sus responsabilidades como tales además de las de sus trabajos regulares de tiempo completo. La mayoría de las organizaciones informan que este rol ocupa aproximadamente del 5 al 15 % del tiempo del colaborador. Por lo tanto, son un medio muy eficiente para ampliar el alcance del programa de Compliance, promoviendo una cultura ética, reforzando los mensajes y fomentar una cultura de "alzar la voz".

Por otro lado, un Compliance Champion puede enfrentarse a varios retos en su papel, entre ellos:

  • Resistencia al cambio: algunos empleados pueden resistirse a los cambios que lleven a la organización hacia una cultura de integridad.
  • Equilibrar prioridades contrapuestas: el embajador puede tener que equilibrar la necesidad de promover el cumplimiento con otras prioridades dentro de la organización, como alcanzar los objetivos financieros de corto plazo.
  • Mantener el compromiso de los empleados: el responsable de cumplimiento puede tener dificultades para mantener el compromiso de los empleados con las iniciativas de Compliance a lo largo del tiempo.
  • Normativa compleja: el Compliance Champion puede tener que navegar por normativas complejas y en constante cambio.

¿Qué puede hacer la organización para apoyar a sus embajadores del Compliance?

  • Ofrecer oportunidades de formación y desarrollo: la organización puede ofrecer oportunidades de formación y desarrollo para ayudar al embajador a mantenerse al día de los cambios en las leyes y normativas pertinentes y a desarrollar sus habilidades y conocimientos específicos que le ayuden en la tarea de influir a los colegas.
  • Fomentar la colaboración: la organización puede fomentar la colaboración entre el Compliance Champion y otros stakeholders, como el departamento de Compliance y otras unidades de negocio, para promover el cumplimiento en toda la organización.
  • Reconocer y recompensar el éxito: la organización puede reconocer y recompensar al embajador del cumplimiento por sus esfuerzos en la promoción dela integridad dentro de su unidad de negocio. Esto puede incluir incentivos no financieros como ascensos, oportunidades de promoción profesional y reconocimiento público.
  • Proporcionar un entorno de apoyo: la organización puede crear un entorno de apoyo en el que el Compliance Champion se sienta cómodo planteando preocupaciones o informando sobre posibles problemas de cumplimiento.

La implantación de embajadores o Compliance Champions ayuda a correr la voz sobre el cumplimiento, permite aumentar el alcance y los recursos y son una forma escalable de distribuir los esfuerzos centralizados a través de grandes organizaciones multinacionales. El concepto es bastante sencillo: identifique a representantes influyentes y conocedores del negocio para que le ayuden con las iniciativas de Compliance. Actúan como enlace entre su equipo y el departamento de Compliance, garantizando que cualquier problema o preocupación se aborde y resuelva de manera oportuna y eficaz. Además, orientan y apoyan a los miembros de su equipo para resolver dilemas éticos.

Otro aspecto clave tanto del papel del Compliance Champion como de la canción "We are the champions" es la idea de predicar con el ejemplo, demostrar el compromiso de alcanzar el éxito y no rendirse nunca. Estas son cualidades importantes para cualquier líder. El embajador debe dar un ejemplo positivo a su equipo cumpliendo él mismo las normas éticas y legales. No sólo debe conocer las políticas y procedimientos de la empresa, sino que además debe ser capaz de orientar a los miembros de su equipo sobre cómo cumplirlos.

"We Are the Champions" subraya la importancia del trabajo en equipo y la colaboración. El estribillo de la canción proclama "somos los campeones, amigos míos", haciendo hincapié en la naturaleza colectiva de la victoria. En la misma línea, un Compliance Champion debe trabajar en estrecha colaboración con otras personas de su organización para promover una cultura de cumplimiento. Debe interactuar con colegas de todos los departamentos para asegurarse de que todo el mundo entiende y cumple las normas.

Otro paralelismo es la necesidad de resiliencia. La letra de la canción reconoce que "me han pateado arena en la cara, pero he salido adelante". Del mismo modo, un embajador del Cumplimiento puede enfrentarse a la resistencia de otras personas de su organización, que no ven el valor de seguir las reglas o las normas éticas. Sin embargo, al igual que los campeones de la canción de Queen, debe seguir siendo resistente y continuar abogando por la integridad.

Además, un Compliance Champion no está solo en su viaje. Forma parte de un equipo de campeones que comparten la misma visión y los mismos valores. Trabajan en estrecha colaboración con aquellos de diferentes funciones y regiones para buscar la coherencia y la alineación de las prácticas y normas de cumplimiento.

La canción de Queen "We Are the Champions" puede considerarse una metáfora del papel de un embajador del Cumplimiento. Ambos comparten rasgos similares como la perseverancia, la humildad, el aprendizaje, el trabajo en equipo, la excelencia y el liderazgo. Ambos se enfrentan a retos similares, como las dificultades, errores y críticas. En lo único en que se distingue un Compliance Champion de la canción es que él sí tiene tiempo para perdedores que no se comprometen con la integridad. Ellos son, tal vez, su principal razón de ser.

Referencias:

Disclaimer:

Los puntos de vista, las opiniones y las posiciones expresadas en todas las publicaciones pertenecen únicamente a los autores y no representan las de la Universidad Austral, el IAE Business School o las empresas o instituciones que las apoyan. No se garantiza la exactitud, integridad y validez de las expresiones hechas en este artículo. No aceptamos ninguna responsabilidad por errores, omisiones o representaciones. Los derechos de autor de este contenido pertenecen a los autores y cualquier responsabilidad con respecto a la infracción de los derechos de propiedad intelectual recae en ellos. En ningún caso podrá ni deberá considerarse la información, análisis y opiniones brindadas en todo o en parte de este artículo como asesoramiento, recomendaciones u opiniones profesionales o legales. El lector que necesite tomar decisiones sobre los temas aquí tratados deberá asesorarse específicamente con profesionales capacitados que evalúen las características, normas legales y conceptos aplicables a su caso específico.