Palabras como dardos envenenados

Las microagresiones son los desaires o insultos verbales, no verbales y ambientales cotidianos, sean intencionales o no, que comunican mensajes hostiles, despectivos o negativos a las personas, basándose únicamente en su pertenencia a un grupo marginado. En muchos casos, estos mensajes ocultos pueden invalidar su realidad o la identidad grupal, degradarlas a nivel personal o grupal, comunicar que son seres humanos inferiores, sugerir que no pertenecen al grupo mayoritario, amenazar e intimidar, o relegarlas a un estatus y trato inferiores. ¿Cómo reaccionar a los dardos envenenados? ¿Debo responder? ¿Vale la pena? ¿Y si soy yo el agresor? Las llamadas “Microintervenciones” pueden ayudar.

Por Raúl Saccani.

A principios de 2007, el senador Joseph Biden acababa de anunciar su (segunda) campaña por los demócratas a la presidencia de Estados Unidos. Durante una entrevista con el medio New York Observer, ofreció algunas observaciones francas de sus principales oponentes. Esto es lo que dijo sobre un joven colega del Senado, un hombre de Illinois cada vez más famoso llamado Barack Obama: “(…) tienes al primer afroamericano que es articulado, brillante, limpio y guapo. Eso es un libro de cuentos…”.

Un ejemplo vernáculo lo encontramos recientemente en un intercambio picante entre dos celebrities, donde una refiere a la otra que “evidentemente tiene menos fútbol que la Para Ti”, aludiendo a la centenaria publicación argentina de información general identificada con lectores del género femenino. La mediática objetivo del comentario es una conocida referente del colectivo LGBT+ ¿Será que un travesti no puede saber de fútbol?

Originalmente acuñada en la década de 1970 por Chester M. Pierce, un psiquiatra de Harvard, la definición actual de microagresión puede atribuirse a Derald Wing Sue, profesor de psicología en la Universidad de Columbia. Dice Sue que una de las formas más rápidas de erosionar la seguridad psicológica son las microagresiones, que son expresiones indirectas o no intencionales de racismo, sexismo, discriminación por edad o capacidad. Esto incluye comentarios inocentes de personas que podrían desconocer por completo el impacto, pero sirven como un recordatorio diario para los empleados de que “no pertenecen”, lo que afecta negativamente su bienestar mental y emocional. Puede ser difícil para las personas saber cómo responder a las microagresiones cuando ocurren, ya que abordar estos momentos puede resultar en una reacción violenta o en el ridículo.

La mayoría de las personas en realidad evitan enfrentar las microagresiones. No tienen otra opción ya que, al ser tan comunes, no pueden pelearse todas las batallas. Muchos psicólogos dicen que responder a una microagresión puede ser fortalecedor, pero ¿cómo decidir cuál batalla pelear? El Dr. Kevin Nadal desarrolló un conjunto de herramientas llamado “Guía para responder a las microagresiones”. Enumera cinco preguntas que debe hacerse al sopesar las consecuencias de responder a una microagresión:

  • Si respondo, ¿podría estar en peligro mi seguridad física?
  • Si respondo, ¿la persona se pondrá a la defensiva y esto conducirá a una discusión?
  • Si respondo, ¿cómo afectará esto mi relación con esta persona (por ejemplo, compañero de trabajo, familiar, etc.)
  • Si no respondo, ¿me arrepentiré de no decir algo?
  • Si no respondo, ¿significa que acepto el comportamiento o la declaración?

La inacción no hace más que apoyar comportamientos sesgados que ocurren a nivel individual, institucional y social. La Dra. Sue (et al) presenta un nuevo marco estratégico desarrollado para abordar las microagresiones, con pasos concretos y diálogos que las personas objetivo, sus aliados y espectadores pueden realizar. Se las denomina “microintervenciones” y tienen cuatro objetivos estratégicos: (a) hacer visible lo invisible, (b) desarmar la microagresión, (c) educar al perpetrador y (d) buscar refuerzo o apoyo externo. Se discuten los objetivos y la justificación de cada meta, junto con tácticas específicas de microintervención a emplear y ejemplos de cómo se ejecutan.

Fuente: Sue (et al), 2019.

Los líderes son responsables de las microagresiones porque todos los días pueden decidir qué comportamientos en su equipo serán recompensados, respaldados, aceptados o denunciados. El manejo efectivo de las microagresiones permite que los empleados hagan lo mismo, creando seguridad psicológica en el trabajo. El punto de partida será preguntarse qué se está haciendo para identificar y denunciar directamente las microagresiones en la organización. Si los líderes manejan bien estos momentos, se convierten en oportunidades para que toda la organización aprenda sobre las diferencias y las diferentes experiencias vividas.

Simplemente crear conciencia no alcanza. Los empleados quieren y necesitan un compromiso activo de parte de sus líderes: ¿Te diste cuenta de que lo que acabas de decir es realmente ofensivo? Entonces pueden explicar por qué podría ser eso y cómo podrían decirlo de manera diferente. Se trata de alentar y animar a las personas, brindarles las herramientas y estrategias para hacer las cosas de manera diferente.

Los líderes no necesitan ser perfectos; más bien la clave es utilizar estos momentos para aprender y mejorar. Todos tenemos sesgos y prejuicios de los que ni siquiera somos conscientes. Superarlos requiere un compromiso continuo para enfrentar estas creencias y las microagresiones que crean.

«Las palabras son, en mi no tan humilde opinión, nuestra más inagotable fuente de magia, capaces de infringir daño y de remediarlo» Albus Dumbledore, en Harry Potter y la piedra filosofal.

Bibliografía

Nota del autor: Los puntos de vista y opiniones de Raúl Saccani en este artículo son realizados a título personal y no en representación de la Universidad Austral, el IAE Business School, el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de CABA o Deloitte S-LATAM y afiliadas. En ningún caso podrá ni deberá considerarse la información, análisis y opiniones brindadas en todo o en parte de esta obra como asesoramiento, recomendaciones u opiniones profesionales o legales. El lector que necesite tomar decisiones sobre los temas aquí tratados deberá asesorarse específicamente con profesionales capacitados que evalúen las características, normas legales y conceptos aplicables a su caso específico.