Los flejes del Abierto de Australia

 

Por Raúl Saccani.

Acaba de finalizar el primer torneo de tenis de la temporada 2022, el Abierto de Australia, que, junto a Roland Garros, Wimbledon y el Abierto de Estados Unidos conforman el denominado “Grand Slam”, los cuatro torneos de tenis más importantes del mundo. Este Abierto de Australia propuso una superficie dura, no sólo para medir las habilidades de los tenistas, sino también respecto de algunas situaciones controvertidas. Desde antes que comenzara y hasta la final que de manera épica conquistara Rafael Nadal, este torneo nos deja varias cuestiones para el debate: el “Caso Djokovic”; la aplicación equitativa de regulaciones; la rendición de cuentas; el impacto en los patrocinios; los sesgos todavía presentes en materia de género e inclusión; la inteligencia artificial desafiada por el ser humano; los supuestos hechos de discriminación que afectaron la performance de uno de los finalistas. Veamos.

 

1- El “Caso Djokovic”: la aplicación equitativa de regulaciones, la rendición de cuentas y el impacto en los patrocinios

La sucesión de hechos en torno a la participación del jugador Novac Djokovic, quien fuera identificado como un referente anti-vacuna, se convirtió en una saga novelesca que incluyó sospechas de falsificaciones e informaciones inconexas. Tennis Australia puso sobre la mesa la posibilidad de exenciones médicas paralelas a la vacunación. Un supuesto contagio de Covid-19 registrado por Djokovic lo habilitaba, en principio, a participar del torneo. Sin embargo, esta posibilidad escaló en un asunto nacional en Australia, cuya opinión pública se escandalizara (ver aquí y aquí) frente a la posibilidad de que un tenista recibiera en trato preferencial frente al resto de la población. La saga llamó la atención sobre las políticas fronterizas de línea dura de Australia y Djokovic fue detenido en el Park Hotel de Melbourne luego de la cancelación inicial de su visa. Algunos refugiados y solicitantes de asilo han estado detenidos en el mismo hotel durante años. La cuestión se resolvió en la Justicia con la decisión final de la cancelación del visado en Australia y salida del país sin disputar el torneo.

El “Caso Djokovic” deja por lo menos tres perspectivas para el debate. La primera lección es la importancia de la percepción de equidad en la aplicación de las normas (ver aquí). Fue precisamente el “trato especial” que el jugador expuso en su cuenta de Instagram lo que despertó la ira de muchos australianos por contraste con los estrictos controles que habían soportado. Como explora el blog de Human Risk, si un régimen se percibe como injusto corre el riesgo de incumplimiento. Puede que haya razones legítimas para no aplicar las reglas en ciertas circunstancias, pero si no se entienden claramente o se perciben como injustas, entonces la gente tendrá menos respeto por el régimen que impone las reglas.

La segunda lección tiene que ver con la rendición de cuentas, cuando Djokovic echó la culpa a su agente por no completar correctamente los formularios de inmigración. Se puede delegar la responsabilidad, pero no la rendición de cuentas. En el mundo corporativo abundan los ejemplos del chivo expiatorio, aunque el actual entorno regulatorio asigna cada vez menor valor a este tipo de excusas (ver aquí).

La tercera cuestión se presenta en torno a la debida diligencia que deberían realizar los patrocinadores previo a realizar un acuerdo con una mega estrella. En el Caso Djokovic, especialistas opinaron que podría ser el break point de su carrera, no tenística sino publicitaria. Según Expansión, el tenista serbio obtiene 26 millones de euros anuales de patrocinadores como Hublot, Lacoste o Asics. Aunque los expertos no esperan represalias a corto y medio plazo por parte de los sponsors, la comunidad de Compliance ha expresado sus inquietudes respecto conveniencia para las marcas de asociarse a personas cuyo comportamiento puede derivar en faltas a la ética, enfatizando el análisis de riesgos y la importancia de sumar a Compliance en la toma de decisiones respecto de estos procesos.

 

2- Los sesgos todavía presentes en materia de género e inclusión

La épica final del Abierto de Australia también ha motivado debate respecto de algunos temas de interés para la comunidad de Compliance. Rafael Nadal derrotó a Daniil Medvedev en un emocionante desenlace luego de ir dos sets abajo, en un partido de cinco horas y 24 minutos de duración.

Uno de los temas que generó debate en las redes sociales (por ejemplo aquí y aquí) es la crítica a ciertos medios que titularon la victoria de Nadal con expresiones como "Nadie ha ganado 21 Gran Slam". Se recuerda el caso de tres mujeres que se encuentran por sobre la marca anotada por el español: Margaret Court (24), Serena Williams (23) y Steffi Graf (22). Además, todas ellas son superadas por otro tenista que también compite en una categoría distinta: en silla de ruedas. Se trata del japonés Shingo Kunieda, considerado el mejor de la historia en su modalidad con 27 títulos de Grand Slam (y contando) a sus 37 años. El último título de su extenso palmarés lo logró precisamente esta semana, en el Open de Australia.

Es indudable que el titulo número 21 de Rafael Nadal, obtenido con gran mérito, ha alcanzado una notoriedad ampliamente superior al caso de las tenistas y el tenista en silla de ruedas antes mencionados. Para muchos es probable que sea la primera vez que escuchen los apellidos Court o Kunieda. Es una buena oportunidad para visibilizar estos logros en el Tenis y recordar que todavía queda camino por recorrer en la igualdad de género y la inclusión de personas con capacidades diferentes.

 

3- La inteligencia artificial desafiada por el ser humano

Rafael Nadal no sólo venció a su rival, también a un algoritmo que predijo su derrota. El algoritmo win predictor vaticinaba en el tercer set un 4% de probabilidades de ganar el torneo para el manacorí, frente al 96% de su contrincante. Es que en ese preciso momento todo pintaba negro para Nadal. Tras un ajustado tie-break, acaba de perder el segundo set y el siguiente no había empezado mejor: Medvedev ya le había ganado el primer juego. Es el momento de cambiar de lado y, mientras tanto, la cancha se ilumina con unos números que hacían presagiar lo peor y así es cómo se originó el que ha sido el meme por excelencia de la victoria obtenida luego. Aunque algunos lo señalan como un fracaso del análisis de datos, los especialistas prefieren verlo de otra forma: Nadal tenía todo en contra y ocurrió algo muy, pero muy improbable.

Consultados sobre el error del win predictor, especialistas sostienen que son muy importantes los sesgos de percepción porque un 4% no es una probabilidad tan pequeña. Este concepto clave en el proceso de toma de decisiones nos recuerda los problemas que presenta el cálculo de probabilidades muy altas (cercanas al 100%) o muy bajas (próximas al 0%). Por ejemplo, está demostrado que no se percibe de la misma manera si en una operación nos dicen que tenemos un 99% de probabilidades de sobrevivir que si nos dicen que tenemos un 1% de morir, cuando el riesgo es exactamente el mismo.

Pero esto no debería sucederle a un algoritmo sofisticado que funciona con aprendizaje automático y tiene en cuenta las variables del jugador y su historial, que además venía con varias complicaciones físicas en los últimos meses. Si alguien hubiera apostado 1.000 euros por Nadal en ese momento, habría ganado unos 31.000.

En este momento en que la inteligencia artificial y el machine learning ganan cada vez más lugar en la toma de decisiones, vale recordar que los seres humanos a veces tenemos reacciones que escapan a cualquier predicción. Esto, como risueñamente se expresaba en las redes sociales, asumiendo que el gran Rafa es humano.

 

4- Supuestos hechos de discriminación que afectaron a uno de los finalistas

Por lo general, los jugadores derrotados suelen ser bastante parcos en las conferencias de prensa posteriores a las finales. No fue el caso de Daniil Medvedev, quien se refirió a los comienzos de su carrera tenística durante casi cinco minutos. “El niño dejó de soñar hoy”, dijo. Rápidamente quedó claro lo que quería expresar: estaba muy decepcionado por el comportamiento de los espectadores.

“Eso es decepcionante, eso es una falta de respeto”, argumentó Medvedev, especialmente en relación con el aliento de algunos espectadores entre los saques. Mientras que los fans eran rápidamente llamados a silencio cuando los gritos eran en favor del jugador ruso, parecían tener un trato más permisivo quienes alentaban a Nadal. Según percepción de Medvedev, la audiencia a menudo se opondría a los jugadores rusos. El tema de la nacionalidad llega a tal punto que, según lo expresado por el jugador en la conferencia de prensa, competiría cada vez más en su país de origen en el futuro: "Si hay un torneo de cancha dura en Moscú antes de Roland Garros o Wimbledon, entonces jugaré allí, incluso si me pierdo Wimbledon o Roland Garros por eso". Esta situación no puede desconectarse (y así lo han expresado usuarios de redes sociales) de las noticias que llegan a diario sobre un potencial conflicto armado entre una coalición de países de Occidente y Rusia, motivado por la eventual invasión de Ucrania que niegan desde Moscú y anuncian desde Washington. El clima geopolítico enrarecido pudo haberse trasladado a las gradas, en un Court claramente favorable al español, más allá de las simpatías que siempre despierta Nadal en sus seguidores. Como sea, el jugador ruso se habría sentido discriminado por su nacionalidad, y las llamadas al orden tampoco habrían ayudado demasiado.

Como pudimos observar a lo largo de este artículo, la última edición del Abierto de Australia dejó unos cuantos puntos de Compliance que picaron cerca de los flejes. En el Court una parte de la tribuna suele ver el pique afuera y otra lo ve adentro. ¿Quién manejará el ojo de águila en estos casos?

 


Nota del autor: Los puntos de vista y opiniones de Raúl Saccani en este artículo son realizados a título personal y no en representación de la Universidad Austral, el IAE Business School, el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de CABA o Deloitte S-LATAM y afiliadas. En ningún caso podrá ni deberá considerarse la información, análisis y opiniones brindadas en todo o en parte de esta obra como asesoramiento, recomendaciones u opiniones profesionales o legales. El lector que necesite tomar decisiones sobre los temas aquí tratados deberá asesorarse específicamente con profesionales capacitados que evalúen las características, normas legales y conceptos aplicables a su caso específico.