Activemos los acuerdos de integridad en las organizaciones sociales de interés público

 

 

 

 

 

 

 

 

Por: Javier Adrian Cubillas

 


El año 2020 y en lo que va del 2021 no hemos avanzado mucho en lograr que la sociedad civil y las cámaras, corporaciones, agencias, asociaciones, fundaciones y entidades gremiales instalen dentro de sus ámbitos de actuaciones las buenas prácticas de gobierno corporativo o dirigencial y los acuerdos y programas de ética e integridad.

Aún hoy, es un tema que no ha logrado ingresar en la agenda de temas públicos de interés para el sector privado, entendiendo a los acuerdos sobre integridad son una ventaja competitiva potencial para las organizaciones que relaciona a sectores y actores con la misma visión: confianza y ética en sus negocios.

Todo esto, a pesar de que si uno observa las encuestas actuales a nivel nacional, tomando los últimos 6 meses especialmente, la palabra corrupción aparece en el primer lugar o entre las más enunciadas como preocupación por la sociedad civil y dirigentes.

Esa desconexión quizás tenga que ver con un problema de comunicación entre el sector académico, el profesional dedicado a la docencia y la consultoría en temas de compliance público y privado.  Ante esto, la pregunta que emerge entonces, invariablemente es: ¿Cómo damos los primeros pasos para revertir esa situación de desconexión entre lo que nos preocupa y lo que nos debemos ocupar con celeridad?

Una posible respuesta que aquí ensayamos es que se dé un acercamiento entre la docencia universitaria y la consultoría a las cámaras, corporaciones, agencias, asociaciones, fundaciones y entidades gremiales en pos de acercar un plan de inmersión en el conocimiento de las normativas vigentes pero también en las buenas prácticas culturales que se deben incorporar a cada sector.

Este camino, de acercamiento y sensibilización a la problemática sobre el combate a la corrupción puede tener múltiples vías exitosas de planificación con cada entidad que nos relacionemos pero, para ser propositivos, desarrollaremos aquí una hoja de ruta que pueda colaborar en este sentido, al efecto de guiar y ampliar el campo de posibilidades de actuación a los profesionales intervinientes en esta tarea de volver realidad la aplicación de Programas de Integridad en el sector privado.

Esta hoja de ruta, propone, que no hay forma de dar por iniciada una instancia de sensibilización y acercamiento a la temática sin tener el compromiso de los dirigentes o máximas autoridades respecto de la confianza, seguridad y transparencia, valores sin los cuales no podemos iniciar ningún proceso de cambio cultural. Esta es la pieza angular de todo el camino que vamos a transitar para la gestión del cambio organizacional y de los actores.

Entendido y aceptado el primer paso, fundamental en todos los sentidos que puedan valorarse, es alcanzar el compromiso asegurado del top from the top, pudiendo entonces dar pasos firmes a partir de los siguientes instrumentos y actividades que enunciaremos a modo ejemplificativo y que tienen por finalidad colaborar en la ideación de una secuencia de pasos para alcanzar la realización efectiva de programas de integridad.

En este sentido, podemos decir que el segundo paso es lograr dentro de cada cámara, corporación, agencia, asociación, fundación y entidad gremial, que alcancemos un Acta Acuerdo de Directorio de Buenas Prácticas y Entendimiento Ético que involucra a todos los máximos dirigentes en la participación de actividades de capacitación para lograr una primer meta: que todos los integrantes entiendan los mismo cuando hablamos de combate a la corrupción y compartan entonces la urgente la necesidad de cambiar los hábitos y acciones para prevenir prácticas que afecten a los negocios y la reputación de la propia entidad que representen.

Realizado esto, un tercer paso se da mediante el avance en un Acuerdo Sectorial de Ética, Integridad y Compliance que involucre a todos los dirigentes de cada entidad con fines a debatir y alcanzar un sostenido acuerdo en donde se fijen las primeras Guías de Buenas Prácticas en Ética y Compliance con el fin de que se comience a involucrar a las organizaciones en su totalidad y a nuestros stakeholders con la finalidad de establecer la agenda de compliance hacia adentro de las comunidades de negocios. Aquí, damos inicios a la primer intancia de Acción Colectiva propiamente dicha (1 y 2).

Esto, en términos prácticos, es ni más ni menos que avanzar en capacitaciones en base a las guías establecidas y la activar mesas para la escucha de todas las personas que sean parte de nuestra cadena de negocios en cada sector. Buscamos la retroalimentación entre los actores para que se fortalezca la guía y pueda dar visibilidad a la problemática en su dimensión más horizontal y participativa.

Un cuarto paso, se corresponde con evaluar el proceso de debate y ajustar las expectativas de la Guía Sectorial de Buenas Prácticas en Ética, Integridad y Compliance a efectos de avanzar y ajustar los terminos en la implementación del compromiso de Acción Colectiva  que nos permita pensar en implantar de modo firme una instancia legal de mayor enforcement mediante la aplicación de normas y códigos que se denominan comúnmente Pactos de Integridad.

En esta etapa, de activación plena de Acuerdos o Pactos de Ética e Integridad, cada cámara, corporación, agencia, asociación, fundación y entidad gremial, avanza en la implementación de un programa integral y extendido en la cadena de valor y producción en donde comienzan a regir cláusulas que contienen capacitaciones y prácticas obligatorias, códigos y/o programas, líneas de denuncia, oficinas de oficiales de ética y cumplimiento, órganos de control externos y sistemas de reportes, y otras herramientas que puedan corresponder en cada caso para asegurar el objeto y el real cumplimiento del programa de cumplimiento conveniente y ajustado al volumen y estructura del negocio.

Particularmente, prefiero siempre hablar de acuerdo antes que de pacto. Nominalmente pueden ser sinónimos pero en la práctica comunicacional y organizacional la idea de un acuerdo nos remite a un cuerpo teórico-práctico aplicado en donde la diversidad de opiniones y visiones entraron en debate y se alcanzo un consenso gracias al dialogo y a la escucha activa en cada sector, entidad, organización, sector, área y grupo de trabajadores.

Finalmente, estos cuatro pasos o etapas, nos permite imaginar un proceso de comienzo y avance en el involucramiento desde arriba hacia abajo y desde la base, mediante un feedback, estableciendo – como ya lo expresamos- una escucha activa para que el debate fortalezca la sostenibilidad de políticas de integridad que se vayan a acordar y vivir en las organizaciones con fines a mejorar el clima en las organizaciones puertas adentro y la calidad del ambiente dentro de los sectores de negocios.

Lo que resta, establecido el Acuerdo - Programa de Compliance adecuado en cada organización, es que el control concomitante y rutinario que permita la vigencia y fortaleza del mismo se vuelva una dinamica permanente de la actividad en los negocios – en toda la cadena de valor - sin dejar de actualizar lo necesario en materia de prevención.

Y en el caso de cada cámara, corporación, agencia, asociación, fundación y entidad gremial su función es mantener vigente la agenda de integridad dentro de su mercado o actividad mediante reuniones transversales y abiertas a la comunidad para rendir cuentas de los esfuerzos de transparencia y en pos de mejorar la calidad en la producción y en la gestión de los negocios.

Todo esto es, claramente, una hoja ruta que busca ampliar el debate y que encuentre en otros oficiales de cumplimiento o profesionales interesados en el cumplimiento de la ética y normas vigentes un reflejo o una pauta para dar inicio y multiplicar en todas las entidades intermedias estas dinámicas por etapas, de encuentro, de diálogo, involucramiento y finalmente acuerdos sostenibles para la implementación de programas de ética e integridad que tanto necesitamos para dar un salto cualitatitvo para el desarrollo social.

 

Javier Adrian Cubillas

Leadership Professional in Ethics & Compliance por ECI

 


Citas:

 

  • Kleinhempel, Matthias: Acción colectiva: una herramienta práctica para combatir la corrupción. - 1a ed. - Buenos Aires:Universidad Austral, 2011./ 8 p. ISBN 978-950-893-810-7/ 1. Negocios. 2. Estudios de Casos. 3. Educación Superior. I. Título./CDD 650.711 Fecha de catalogación: 07/07/2011
  • Vease tambien A Practical Guide for Collective Action against Corruption, United Nations, Copyright © 2015. Recuperado de web en 2021, disponible online.

 

 

Bibliografia de Referencia:

 

  1. Compliance, anticorrupción y responsabilidad penal empresaria / Carlos M. González Guerra. [et al.]; dirigido por Raúl Ricardo Saccani; Nicolás Durrieu - 1a. ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: La Ley, 2018.
  2. Tratado de Compliance: Tomo I y II, Raúl Ricardo Saccani; Gustavo Morales Oliver. -1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires, La Ley, 2018.
  3. Transparencia en las contrataciones Públicas, Ivanega, Miriam M., 1 ed. – Ciudad de Autónoma de Buenos Aires: La Ley, 2021