La importancia de las investigaciones dentro de un programa de compliance.

Por: Alejandro Quintana.

Gerente de Ética y Compliance Global de Bunge Ltd.

Cualquier persona que enciende la televisión, escucha la radio, lee los diarios o navega por internet verá siempre una noticia relacionada de alguna manera con la corrupción. Incluso si esa persona no le interesa saber de la actualidad y quiere distraerse después de una larga jornada de trabajo mirando una serie en Netflix, también tendrá diferentes ficciones donde estarán vinculadas situaciones de corrupción. Por lo tanto, la corrupción no es un tema menor para nuestra sociedad en esta actualidad cada día más interconectada y volátil.

Dicho esto, quisiera que nos pusiéramos a reflexionar si realmente investigar este tipo de casos o cualquier otro vinculado nos aporta algo a nivel social. La pregunta sería: ¿Es realmente importante para una sociedad investigar?

La respuesta lógica y casi instantánea sería “sí”, ya que siempre, desde cualquier óptica y pensamiento de lucha por la justicia, investigar nos llevaría a saber la verdad de las situaciones, nos aportaría claridad de los hechos y también daría la posibilidad de tomar una resolución justa y coherente frente a ello. Si uno lo toma desde el punto de vista social, no habría lugar a dudas que es extremadamente importante investigar y poder llegar a la verdad. Ahora bien, reformulo la pregunta y la llevó más allá: ¿es importante investigar para las empresas?

Muchos cambios han provocado la adaptación de normas internacionales en las empresas, basta mencionar que en un mundo ya híper globalizado la necesidad y, en cierta medida, la obligación de adaptarse a las diferentes regulaciones no es un hecho ajeno en las empresas.

Dentro de un programa de compliance, las investigaciones ayudan a evitar que los actos ilícitos cometidos por empleados y/o terceros que representan o actúan en nombre de la empresa dejen expuesta a la compañía. Una situación de este tipo, a su vez, si se tornase pública traería aparejada innumerables pérdidas. Basta leer el diario o repasar algunos escándalos pasados a nivel nacional e internacional para darnos cuenta de las consecuencias negativas en este sentido.

Si bien la existencia de canales de denuncias, que pueden ser llamados de diferentes formas, tales como: 0800, Hotlines, líneas éticas, etc., son la puerta de entrada para que una empresa reciba información sobre cualquier tipo de acto ilícito o contrario a las normas internas, hay una gran parte que un programa de compliance tiene que cubrir desde el aspecto pro-activo, es decir, con medidas de prevención sobre distintas áreas. Una de ellas, desde un punto de vista externo, puede ser el análisis y evaluación de terceros que tengan relación en forma directa o indirecta con la empresa y que desde su actuar inadecuado puedan desencadenar innumerables consecuencias negativas. Otra, desde un punto de vista más interno, sería la adecuación de políticas y entrenamientos periódicos a los empleados sobre diferentes circunstancias del “día a día” en los negocios que desarrolla la compañía. Lógicamente, estos tipos de análisis, evaluaciones y adecuaciones serán completamente diferentes conforme al negocio y los riesgos envueltos alrededor de la firma. Sin embargo, el tener un excelente programa de compliance con un gran componente de medidas proactivas no asegura a ninguna empresa la idea de una “tranquilidad absoluta”, porque estará siempre expuesta a recibir una denuncia, acción judicial o una información que precisará ser validada en busca de la verdad.

Desde un punto de vista estrictamente técnico y teórico, me animaría a decir que el propósito de una investigación se podría relacionar con una recolección de datos, que a través de una metodología o algún protocolo pre-establecido servirá para que cualquier empresa tome una decisión y aplicar, o no, las medidas necesarias sobre determinadas conductas. Desde ese punto, podremos tener innumerables variables de acciones correctivas y/o remediadoras que podrán incluir diferentes acciones disciplinarias. Esto sin contar las acciones que la compañía deberá realizar cuando sea una situación que se vuelva pública y pueda afectar la reputación de la firma.

Cuando tenemos una denuncia o situación a ser analizada siempre surgen innumerables dilemas: ¿Cómo empiezo? ¿A quién se lo puedo comunicar? ¿Lo voy a tratar internamente o contrato a una consultora o preciso de estudios de abogados? Etc, etc. Muchos interrogantes son fácilmente solucionados si tenemos dentro de un programa de compliance una parte especialmente dedicada a la investigación y tratamiento del canal de denuncias. Si no lo tenemos, evidentemente será más complicado el comienzo, pero es una buena señal para el futuro dejarlo estructurado ya que nos ayudará a tener un horizonte más claro.

A mi manera de ver, y dejando de lado los pasos de cómo realizar una investigación, los cuidados y límites que tienen que ser analizados para cada situación en particular, considero que siempre es positivo tener un “mix” de opciones disponibles. Realizar trabajos en conjunto en forma interna y algunas contrataciones en situaciones puntuales con cierto expertise nos llevará a un resultado final satisfactorio. Es decir, un trabajo en conjunto entre una persona interna de la empresa que conoce los manejos íntimos, desde lo administrativo hasta lo político (porque en toda empresa privada hay política), y un consultor externo (estudio jurídico, consultoría, etc) que aplique una visión externa y nos pueda ayudar a ver situaciones desde un punto de vista más “objetivo”.

Obviamente, el resultado de cualquier investigación y el éxito de un programa de compliance siempre dependerá del famoso “Tone at the Top”, aquella idea anglosajona que significa que desde la cabeza de la empresa las cosas tienen que hacerse de una manera correcta. Esta actitud tiene que surgir, o debería surgir, desde las esferas más altas de la empresa hacia todos los empleados, como por ejemplo un mensaje del presidente de la compañía que llegue hasta el operario de la fábrica. Lógicamente, no tienen que ser simples mensajes o un acomodamiento de requisitos de normas internacionales, sino más bien tienen que existir acciones concretas. En el caso de las investigaciones, deberían ser resoluciones específicas para los problemas o situaciones denunciadas, manteniendo siempre una línea de pensamiento desde un comienzo que otorgue la libertad de indagar, cuestionar y averiguar sin ningún tipo de presión y/o condicionamientos. Este sería el ideal de un área de compliance independiente que trabaja para poder llegar a la verdad de los hechos.

Como conclusión, podemos mencionar que la importancia de una investigación interna en una empresa puede generar innumerables beneficios, tales como: indicar quién fue el responsable/s del hecho delictivo y dejar un ejemplo claro en la empresa, establecer nuevos controles o mejorar los existentes, mostrar “due diligence”, obtener beneficios impositivos o bien una mejor salida para la empresa frente a las acciones judiciales, separar a la empresa del delito o falta cometida, evitar posibles acciones judiciales futuras, recuperar los activos de un fraude realizado (asset recovery), demostrar que la empresa está intentando cambiar, entre otros.

Dentro de los beneficios o consecuencias enumeradas anteriormente quise dejar para el último párrafo una conclusión abierta:

En el mundo de los negocios se dice que cuando hay una intención de solucionar un problema existe una herramienta de análisis que apoya la identificación de los factores y condiciones que provocan problemas en los procesos de trabajo o la vida cotidiana: el método 5W+1H. Las 5 w vienen del inglés y son Who, What, Where, When, Why (quién, qué, dónde, cuándo, por qué) y se incluye la H, "How" (cómo).

Entonces, al realizar una investigación podemos inferir que, si llegamos a conocer Quién, Qué, Dónde, Cuándo, Por qué y Cómo habremos llegado a una conclusión satisfactoria de la situación y de los hechos. Ahora, cuando algunos de todos estos interrogantes no son resueltos o, mejor dicho, no son claros y no tenemos certeza de ellos, ¿habremos fracasado? Las experiencias de las diversas situaciones y la complejidad de los análisis efectuados sin dudas nos llevarán a descubrir, o no, estos enigmas.