El Kintsugi, una antigua práctica artística japonesa que data del siglo XV, ofrece una perspectiva singularmente relevante para el mundo del compliance anticorrupción. Este arte se basa en reparar las roturas de la cerámica con una mezcla de laca y polvo de oro, plata o platino, subrayando las fracturas en lugar de esconderlas, enalteciendo las cicatrices y celebrando la historia del objeto. Lejos de ser un ejercicio de ocultamiento, el Kintsugi destaca las imperfecciones y, en efecto, las realza, dándoles una nueva vida llena de belleza.La última guía para fiscales del Departamento de Justicia de los EEUU, publicada en marzo, establece un énfasis similar en la transparencia, responsabilidad y mejora continua. La guía destaca la necesidad de que las organizaciones se adhieran a un sistema de compliance anticorrupción que no sólo detecte y prevenga los comportamientos ilícitos, sino también aprenda de ellos. Al igual que el Kintsugi, los programas de compliance no deben temer a las fallas y errores, sino que tienen que enfocarse en cómo éstos pueden ser reparados y utilizados para fortalecer la integridad corporativa.Como líderes de organizaciones, se nos invita a adoptar esta mentalidad de 'Kintsugi', no sólo en la gestión del compliance, sino en todas las áreas de nuestra labor. Debemos ser transparentes, aceptar nuestros errores y usarlos como oportunidades para aprender, crecer y mejorar. Debemos apreciar nuestras “cicatrices doradas” como pruebas de nuestra capacidad para superar adversidades y fortalecernos en el proceso.
Cuenta la leyenda que una vez invitaron a cenar a un famoso maestro de té del emperador japonés, Sen no Rikyū (1522-1591). Para honrar a Rikyū, su anfitrión le ofreció un jarrón chino muy antiguo y precioso. El maestro del té ni siquiera miró el regalo, sino que comentó la belleza del campo y admiró una rama de árbol que se movía suavemente con el viento. Cuando su invitado se marchó, el anfitrión rompió el jarrón con rabia y frustración. Sus amigos, un poco más sabios que él, recogieron todas las piezas del jarrón roto y lo repararon utilizando el arte del kintsugi. Durante su siguiente visita, Sen no Rikyū vio el jarrón con sus brillantes líneas doradas y exclamó: "¡Ahora es magnífico!"
El 'kintsugi' es una técnica japonesa antigua que se utiliza para reparar cerámica rota. A lo largo de los años, ha evolucionado hasta convertirse en una filosofía de vida que aboga por aceptar nuestras adversidades y errores y encontrar formas de superarlas y evolucionar.El kintsugi no sólo restaura los objetos rotos a su forma original, sino también transforma su apariencia estética. Las líneas de rotura doradas representan el paso del tiempo y las cicatrices que deja, realzando el valor de la imperfección. A través de este proceso, los objetos rotos adquieren una nueva vida y se vuelven únicos, ganando en belleza y profundidad.
Pese a la implementación exhaustiva de reglas y procesos internos diseñados para prevenir las conductas indebidas, los casos de incumplimiento siguen surgiendo con una frecuencia alarmante. Este fenómeno persistente nos lleva a plantearnos una pregunta fundamental: ¿son estas fallas eventos totalmente inesperados o existen indicadores que podríamos haber anticipado?
Una teoría particularmente interesante sugiere que las fallas de cumplimiento se asemejan a lo que se conoce como "sorpresas predecibles". Es decir, aunque estos eventos nos tomen desprevenidos, podríamos haberlos previsto si hubiéramos sabido dónde y qué buscar. Según esta perspectiva, las limitaciones estructurales inherentes a los actuales modelos de cumplimiento hacen que algunas fallas sean prácticamente inevitables. Estos modelos luchan por anticipar y detectar todas las formas de mala conducta, dada la ausencia de modelos predictivos efectivos y la imposibilidad de neutralizar todos los riesgos de comportamiento desviado.
La filosofía detrás del kintsugi se aplica en nuestras vidas modernas que, a menudo, están llenas de un deseo constante de perfección. Experimentamos fracasos, decepciones y pérdidas, pero tendemos a ocultar nuestra fragilidad detrás de la fachada de la infalibilidad. Sin embargo, nuestra naturaleza frágil es lo que nos hace auténticamente humanos. El kintsugi nos proporciona una metáfora poderosa para la resistencia y la mejora continua en Compliance. Así como los objetos reparados mediante "kintsugi" son a menudo más valiosos después de su reparación que antes de su rotura, los programas de cumplimiento que han aprendido y crecido a partir de sus errores pueden ser más efectivos y valiosos que aquellos que no han enfrentado desafíos significativos.
Si bien las virtudes del Compliance corporativo son ampliamente reconocidas, los esquemas de corregulación y gestión del cumplimiento se rompen constantemente, igual que las tazas y platos de cerámica. Existen límites estructurales en el cumplimiento corporativo que hacen inevitable que, en algunos casos, los programas preventivos fracasen. La comprensión de estos límites es crucial para identificar lo que el cumplimiento corporativo puede lograr de manera realista y aislar aquellos comportamientos desviados que requieren medidas diferentes y más efectivas.
Primer límite: los programas de cumplimiento como herramientas imperfectas
La construcción y aplicación de estructuras preventivas intraempresariales son un proceso muy intrincado.La efectividad y eficacia de las normas internas requiere, por un lado, garantizar que la historia, la experiencia y la cultura de la organización se incorporen a las normas y, por otro, la disponibilidad de amplios conocimientos empíricos que permitan predecir y prevenir posibles comportamientos indebidos.
Las normas y los procedimientos no pueden elaborarse siguiendo un proceso inflexible de arriba hacia abajo: por lo general, se reconoce la necesidad de basarse en la experiencia de la vida real y en datos empíricos extraídos de la organización concreta objeto de regulación.Esta tarea requiere un profundo análisis preliminar de las pruebas empíricas relativas a la historia, la cultura, las normas vigentes y las prácticas de la propia organización con el fin de identificar, evaluar y definir el perfil de riesgo de la empresa.
El principal problema al que se enfrenta la regulación de las organizaciones es la precariedad de las generalizaciones y los marcos conceptuales necesarios para predecir el comportamiento desviado de los miembros de la organización.Esta precariedad es inherente al conocimiento existente de los mecanismos de toma de decisiones que conducen a conductas desviadas, entonces se hacen predicciones intuitivas, basadas en el sentido común y la experiencia.
Los programas de cumplimiento son también son "instrumentos retóricos" y símbolos de racionalidad en la medida en que proporcionan la seguridad de que la mala conducta puede anticiparse y prevenirse ampliamente: sirven como esfuerzos visibles para cumplir la ley, pero son herramientas imperfectas para predecir y detectar las malas acciones de los miembros de la organización (Manacorda, 2022).
El programa de cumplimiento es la cristalización de la evaluación de riesgos realizada y de un compromiso entre las distintas instancias de la organización. Por ello, un sistema de cumplimiento que pretenda ser "perfecto" y reducir los riesgos a cero sería "ineficaz", no se ajustaría al principio de proporcionalidad y posiblemente paralizaría la actividad de la empresa.Esto significa que las normas deben ser proporcionales al riesgo y adecuadas a la naturaleza de la actividad que pretenden regular.
La última la guía Departamento de Justicia de los EE.UU. (DoJ) para evaluar la efectividad de los programas de Compliance señala que una de las características de un programa efectivo es su capacidad para evolucionar. Los programas estáticos de compliance ya no son suficientes. Un programa efectivo es aquel que mejora y se adapta constantemente, aprendiendo de sus fracasos, al igual que el arte del Kintsugi celebra y aprende de las fracturas. Esta filosofía nos enseña que las reparaciones no deberían ser invisibles. En el contexto de compliance, significa que las soluciones implementadas para tratar las fallas o brechas deberían ser visibles y formar parte de la historia de la organización. Al igual que una pieza de cerámica reparada con Kintsugi se vuelve más valiosa por sus cicatrices doradas, una organización que se recupera de una crisis de integridad se vuelve más fuerte, más resiliente y, a la larga, más valiosa.
Segundo límite: las fallas en la prevención de los delitos cometidos por los actores decisivos
Incluso cuando consigue ser riguroso y eficaz, sigue siendo estructuralmente incapaz de prevenir conductas ilegales por parte de los individuos que controlan las palancas de mando de una empresa, que operan por encima de la línea de control.Su decisión de eludir las normas e incurrir en conductas oportunistas es un riesgo que no puede gestionarse con herramientas de cumplimiento.
Varios estudios han analizado el poder de los CEOs para determinar los procesos de toma de decisiones de la organización a través del control personal "blando" y en virtud de su conexión con los ejecutivos y directores.Se han identificado dos fuentes de conexión: los vínculos de red previos y los nombramientos.Tales conexiones aumentan lo que los psicólogos sociales denominan 'influencia social', que se basa en normas de reciprocidad, agrado y consenso social para dar forma a los procesos de toma de decisiones del grupo.
Tercer límite: la incapacidad de prevenir irregularidades en las pequeñas y medianas empresas
Finalmente, el tercer límite se deriva del marco en el que se aplican los modelos de cumplimiento y el hecho de que estos modelos, diseñados para grandes corporaciones públicas, son frecuentemente inadecuados para las pequeñas y medianas empresas (PYMES) que, en América Latina en particular, representan una parte significativa del tejido empresarial. El papel clave desempeñado por el dueño conduce a una "'simbiosis' entre empresario y empresa", que puede llegar al punto de que la persona inculca su propia cultura y estilo de vida en la organización empresarial. Esto difiere significativamente de la situación de las empresas públicas para las que se diseñaron originalmente las disposiciones legales autorreguladoras y los programas de cumplimiento.
La lógica que subyace a las regulaciones internos basadas en las grandes corporaciones es sencilla: la estructura organizativa necesita alcanzar cierto grado de control sobre los ejecutivos, dados los intereses asimétricos entre los accionistas y la gerencia, y la incapacidad de los primeros para supervisar directamente a los segundos.Esta estructura organizativa permite a la empresa, cuando tiene conocimiento de conductas ilícitas llevadas a cabo por sus managers, distanciarse de los individuos que cometieron el delito. El problema con las PyMES es la aplicación rigurosa del programa de cumplimiento podría llevar al dueño-gerentea sufrir las consecuencias negativas del proceso penal, tanto en lo personal como a nivel empresarial.
Aspectos del Kintsugique aplican a la “reparación” de los programas de Compliance:
- La filosofía subyacente: el Kintsugi es más que solo una técnica de reparación, está profundamente arraigado en la filosofía japonesa del wabi-sabi, que se centra en encontrar belleza en la imperfección y aceptar el paso del tiempo. La idea de que las fracturas y reparaciones forman parte de la historia del objeto y no deben ocultarse es un enfoque refrescante y poco convencional de tratar con daños y reparaciones, algo que se refleja en el Compliance. En el enfoque actual se pretende dar brillo a una superficie que luce perfecta, con una cosmética a prueba de toda cicatriz, mientras que el Kintsugi nos ofrece otra mirada.
- El uso de oro: el Kintsugi a veces se conoce como "cicatrices de oro", ya que utiliza éste y otros metales preciosos para llenar las grietas en las cerámicas. Esto no sólo destaca las cicatrices en lugar de ocultarlas, sino también aumenta el valor del objeto. Esta visión tiene un paralelismo en el entorno empresarial, particularmente en el contexto de los programas de integridad. Aquellos individuos que cometen errores o infringen normas de cumplimiento no necesariamente debilitan la estructura de la empresa. Al contrario, si la empresa adopta una postura de aprendizaje y crecimiento frente a las fallas - como en el Kintsugi - estos individuos pueden convertirse en piezas clave para fortalecer el sistema de integridad. A través del reconocimiento y la corrección de sus errores, pueden aportar valiosas lecciones para la prevención de futuras infracciones.
- El tiempo que lleva: la técnica del Kintsugi es un proceso muy lento y metódico que requiere mucha paciencia. Después de aplicar la laca y el polvo de oro, cada capa debe secarse completamente antes de que se pueda aplicar la siguiente. Dependiendo del grado de daño, este proceso puede llevar semanas o incluso meses. En la dinámica corporativa a toda velocidad, donde se valora la eficiencia y la rapidez, la paciencia y el cuidado que requiere el Kintsugi también aparecen contraintuitivas.
- Cada reparación es única: no hay dos reparaciones de Kintsugi iguales. Cada pieza se rompe de manera diferente y, por lo tanto, cada reparación debe adaptarse a las líneas y piezas únicas de ese objeto. Esta atención al detalle y a la individualidad es también bastante rara en Compliance, cuando se aplican las recetas de siempre a las roturas visibles.
- Reparación y restauración, no reemplazo: el Kintsugi se enfoca en reparar y restaurar un objeto roto en lugar de reemplazarlo. En el mundo de la integridad corporativa, esta filosofía se traduce en la idea de que las fallas, lejos de ser la causa de un reemplazo o de ser escondidas, deben ser enfrentadas, reparadas y convertidas en una parte valiosa de la historia de la organización. En este sentido, el Kintsugi nos enseña que las fallas no deben temerse, sino considerarse como oportunidades de crecimiento y fortalecimiento.
Broche de oro
La sabiduría escondida en el antiguo arte japonés del Kintsugi tiene mucho que ofrecer a nuestra comprensión contemporánea de los programas de integridad y compliance anticorrupción. El Kintsugi, más que una simple técnica de reparación es una celebración de las cicatrices y la resiliencia, un recordatorio de que nuestras imperfecciones nos hacen únicos y valiosos.
Hemos analizado las razones de los fallos del gobierno corporativo subrayando tres límites estructurales intrínsecos que afectan inevitablemente al actual modelo de cumplimiento corporativo.En primer lugar, hemos argumentado que, en general, los límites estructurales inherentes a las prácticas de evaluación de riesgos y elaboración de normas implican que éstas y los mecanismos de control intraempresariales no pueden aspirar a detectar todas las formas de conducta irregular. Los comportamientos indebidos en las organizaciones complejas no se producen necesariamente de una manera típica y predecible, por lo que pueden fácilmente eludir las normas y controles internos.Los estudiosos que llevan a cabo investigaciones sobre la "teoría de la organización de alta fiabilidad" explican que las empresas deben tratar de anticiparse a los focos de problemas, pero también prestar mucha atención a su capacidad para investigar y aprender sin saber de antemano sobre qué tendrán que actuar.
Al igual que un objeto roto restaurado a través del Kintsugi, los errores y fracasos dentro de los programas de integridad pueden ser vistas como oportunidades para el fortalecimiento y el aprendizaje, en lugar de ser señales de debilidad. Cada error, cada transgresión de las normas de compliance, trae consigo una lección valiosa, una visión única que puede ser aprovechada para fortalecer el sistema de integridad de la organización.Por lo tanto, es crucial, para evitar fallos de cumplimiento extensos, que las organizaciones cultiven la capacidad de hacer un estudio rápido, desarrollar una confianza rápida, participar en un aprendizaje justo a tiempo, imaginar próximos pasos detallados y recombinar fragmentos de experiencias pasadas potencialmente relevantes.
Cada reparación de Kintsugi es única, ya que cada objeto roto tiene sus propias características y fracturas. Este enfoque personalizado y adaptable es relevante para los programas de integridad, en los que cada infracción de las normas requiere un análisis cuidadoso y una respuesta adecuada. Así como el Kintsugi celebra la singularidad de cada objeto roto, también debemos aprender de la singularidad de cada error.
Entonces, aunque debemos ser conscientes de las "sorpresas predecibles" que pueden surgir, debemos seguir comprometidos con la mejora continua de nuestros sistemas de cumplimiento. Nuestra meta es seguir desarrollando e implementando medidas más efectivas para gestionar las conductas desviadas y fortalecer aún más la confianza en el Compliance.En lugar de descartar lo roto, en nuestro caso, a las personas que han cometido errores, debemos esforzarnos por repararlos y ayudarlos a aprender de las fallas. Así, las cicatrices de oro se convierten en un testimonio de fortaleza y resiliencia, un recordatorio de que el valor no se encuentra en la perfección, sino en la capacidad de crecer y aprender de nuestras imperfecciones.
Una canción al final
"FixYou" de Coldplay es una canción emocionalmente poderosa que habla de curación y apoyo, temas que tienen una profunda resonancia con la filosofía del Kintsugi y con las fallas de los programas de los compliance.
La letra de "FixYou" habla de ayudar a alguien a superar un momento difícil: "Cuando intentas lo mejor pero no tienes éxito, cuando obtienes lo que quieres pero no lo que necesitas, cuando te sientes tan cansado pero no puedes dormir, atascado en reversa... Y las lágrimas caen por tu rostro, cuando pierdes algo que no puedes reemplazar... podría arreglarte". Es un himno de resiliencia, apoyo y sanación que refleja los principios del Kintsugi.
When you try your best but you don't succeed
When you get what you want but not what you need
When you feel so tired but you can't sleep
Stuck in reverse
And the tears come streaming down your face
When you lose something you can't replace
When you love someone but it goes to waste
Could it be worse?
Lights will guide you home
And ignite your bones
And I will try to fix you”.
Fuentes:
- Compliance (justice.gov)
- Centonze, F. (2022). The Imperfect Science: Structural Limits of Corporate Compliance and Co-regulation. En: Manacorda, S., Centonze, F. (eds) Corporate Compliance on a Global Scale. Springer, Cham. https://doi.org/10.1007/978-3-030-81655-1_3
- Kintsugi, la belleza de las cicatrices de la vida | EL PAÍS Semanal | EL PAÍS (elpais.com)
- Santini, C. (2019). Kintsugi: Finding Strength in Imperfection. Andrews McMeel Publishing.https://www.google.com.ar/books/edition/Kintsugi/l8uXDwAAQBAJ?hl=es-419&gbpv=0
- Kwan, Pui Ying. "Exploring Japanese Art and Aesthetic as inspiration for emotionally durable design"
- In Uncertain Times, Embrace Imperfectionism (hbr.org)
- Continuous Learning From Incidents Through Insights and Collaboration - Jeli.io - Respond Faster. LearnFromYourIncidents.
- Compliance Gatekeepers by Roy Shapira, Asaf Eckstein. SSRN