Alta Dirección en llamas, el lado oscuro de las metas ambiciosas

Rápido, fácil, simple y conveniente son, al menos en el corto plazo, lo que caracteriza a las conductas desviadas en el ámbito corporativo. Lo utilitario no aparece como necesariamente malo. Por el contrario, la persona puede ser vista como inteligente y racional. Además, la conducta puede ser difícil de detectar porque las señales de comportamiento irregular se ahogan o desaparecen en el tumulto. Nos referiremos, específicamente, a aquellos actos ilegales que violan la responsabilidad o la confianza para beneficio personal o de la propia organización: actos cometidos por medios no físicos y por ocultamiento para obtener ventaja comercial o personal. El estatus de la Alta Dirección y el acceso a los recursos permiten formas “convenientes” de cometer delitos financieros. La decadencia, el caos y el colapso organizacional habilitan medios “convenientes” de ocultarlos. Vamos a presentar la “Teoría de la Conveniencia” desarrollada por Petter Gottschalk, profesor de la BI Norwegian Business School, que se presenta como un avance a la criminología clásica para ayudar a comprender las conductas irregulares que ocurren en la cima de las organizaciones, sobre la base de una explicación multidimensional de los delitos de cuello blanco. Entender a fondo las tres aristas de la conveniencia – los motivos (posibilidades y amenazas), la oportunidad (acciones y ocultamientos) y la voluntad (elección e inocencia) – será relevante para que los Compliance Officers puedan analizar los determinantes y mitigantes de las eventuales conductas desviadas de la Alta Dirección, que luego permitirán moldear los elementos de los Programas de Integridad que pretendan algún grado aceptable de adecuación.

La “teoría de la conveniencia”

Imagen generada por el Bot de Midjourney con el título del artículo.

La perspectiva que ofrece Gottschalk en la “teoría de la conveniencia” se compone de tres temas interrelacionados: motivación, oportunidad y voluntad, sugiere que las personas con más probabilidades de cometer irregularidades están orientadas de manera diferente a la “conveniencia” como factor en la elección de participar en estos comportamientos. Los miembros de la Alta Dirección pueden orientarse más hacia la conveniencia a medida que el motivo se vuelve más fuerte, la oportunidad aparece y la voluntad de involucrarse en un comportamiento desviado se intensifica. La “teoría de la conveniencia” sugiere 14 proposiciones que cubren los temas de motivación, oportunidad y voluntad, donde el motivo es dicotómico en posibilidades y amenazas, la oportunidad es dicotómica en cometer el delito y encubrirlo, y la voluntad es dicotómica en elección e inocencia. Veamos de que se trata.

Las tres aristas del triángulo son, como dijimos, el motivo financiero, la oportunidad organizacional y la voluntad de comportamiento desviado. El motivo deriva de posibilidades o amenazas para el individuo o la organización. La oportunidad deriva principalmente de cometer u ocultar delitos financieros. Delinquir se presenta en el modelo como una conveniencia para individuos de alto status con acceso legítimo a los recursos. Encubrir el delito es conveniente cuando hay deterioro institucional (decadencia), falta de vigilancia y tutela (caos) y fuerzas delictivas del mercado (colapso). El delito como elección puede derivar de la identidad, la racionalidad y el aprendizaje del delincuente corporativo. El delito basado en la inocencia percibida puede derivar de la justificación y neutralización de la culpa.

Figura: Modelo estructural de conveniencia de Gottschalk

Proposiciones Motivacionales

Proposición 1a. A medida que aumenta la codicia personal, los delitos financieros parecerán más convenientes para la Alta Dirección.

La columna central ilustra las posibilidades y amenazas como los principales factores de motivación. Las posibilidades abren caminos para la exploración y explotación, mientras que las amenazas representan obstáculos que a todos les gustaría evitar. A nivel individual, la codicia es el motivo más reconocido por parte de los delincuentes de cuello blanco, entendida como aquellas necesidades socialmente construidas que nunca pueden ser completamente satisfechas. El interés propio por un deseo materialista excesivo que lleva a la falta de preocupación por el bienestar de los demás. La codicia puede ser una razón muy fuerte para obtener cada vez más y más, donde existe una fuerte preferencia por maximizar la ganancia. Se trata, dice Gottschalk, del “hiperinterés propio” que conlleva una carga moral.

La jerarquía de las necesidades es otro motivo bien conocido. La pirámide de Maslow de necesidades fisiológicas, de seguridad, sociales y de respeto y autorrealización. Cuando se pone un énfasis unilateral extremo en el éxito, que no se corresponde con un énfasis simultáneo en la utilización de medios legítimos para alcanzar las metas deseadas, los líderes narcisistas podrían sentirse con derecho a cometer delitos.

Proposición 1b. A medida que aumentan las presiones personales, los delitos financieros parecerán más convenientes para la Alta Dirección.

El estrés es un estado psicológico que surge de un desajuste entre las demandas percibidas y la capacidad de uno para satisfacer esas demandas con los recursos disponibles. Las presiones son eventos y condiciones que a las personas no les gustan. Inevitablemente conducen a emociones negativas y, por lo tanto, crean presión para la acción correctiva. El delito es una acción posible, que podría parecer atractiva para algunos miembros privilegiados de la Alta Dirección, como un medio para escapar o reducir presiones. Lo ilegal aparece cuando las personas no pueden lograr sus objetivos a través de canales legítimos.

Proposición 1c. A medida que aumenta el compromiso con objetivos comerciales ambiciosos, los delitos financieros parecerán más convenientes para la Alta Dirección.

Los objetivos comerciales ambiciosos aumentan la probabilidad de mala conducta y delitos financieros. Se define como “la toma de decisiones frente a la retroalimentación negativa sobre las asignaciones de recursos anteriores, la incertidumbre en torno a la probabilidad de lograr el objetivo y la elección de continuar”. Los estudios citados por Gottschalk encontraron que las metas de alto rendimiento tienden a provocar comportamientos poco éticos. De hecho, dice el autor, un fuerte énfasis en el logro de objetivos podría llevar a los miembros de la organización a participar en actos ilegales. Cuando los ejecutivos perciben las metas de alto desempeño como invariables, puede resultar en una desesperación personal por el logro de esas metas, que se presentan como estándares absolutos a cumplir sin excepción, incluso si piensan que otros factores son más importantes. Esto deriva en que el fin justifique los medios. Entonces, si los fines – en términos de ambiciones y metas– son difíciles de realizar y lograr de manera legal, los medios ilegales representan una alternativa. Como tal, un alto compromiso con el objetivo facilita el comportamiento poco ético al aumentar no sólo la motivación para lograrlo, sino también la motivación para justificar hacerlo por cualquier medio necesario. Esto se conoce como morale disagreement.

Proposición 1d. A medida que aumentan las amenazas contra la existencia de la empresa, los delitos financieros parecerán más convenientes para la Alta Dirección.

La amenaza del colapso y la quiebra de la empresa puede provocar la explotación de vías ilegales para sobrevivir, donde puede ocurrir el denominado “pánico moral”. La supervivencia puede llegar a ser tan importante que ningún medio parezca inaceptable en la situación actual. En ocasiones, el fraude y la corrupción se consideran medidas temporales para recuperarse de una crisis, que se caracteriza por la ambigüedad de causa, efecto y medios de resolución.

Las amenazas están asociadas con la urgencia y la dificultad, sobre todo cuando hay mucho en juego. Implican una situación negativa en la que es probable la pérdida y sobre la que se tiene relativamente poco control. Las amenazas contra la supervivencia organizacional pueden crear un motivo personal para que los ejecutivos cometan delitos financieros. A menudo, se advierten muy tarde, lo que las convierte en una cuestión de urgencia.

Propuestas de oportunidad

Proposición 2a. Un status social más alto para miembros de la Alta Dirección se asocia con una mayor conveniencia de cometer delitos financieros.

La columna central del cuadro de arriba ilustra la oportunidad de cometer y ocultar irregularidades. A diferencia del crimen callejero, donde el delincuente se esconde y el delito es visible, el delincuente de cuello blanco permanece visiblemente en su posición mientras se esfuerza por ocultar el delito. La confianza es una contribución importante a la conveniencia de los delitos de cuello blanco. La confianza es la aceptación de la vulnerabilidad a las acciones de otro. La violación de la confianza está en el centro de la oportunidad de los delitos de cuello blanco y afecta a diversos grupos de interés, desde los clientes hasta el público en general, desde los accionistas hasta las autoridades.

En la perspectiva del crimen como opción, el status de la Alta Dirección puede hacer que las acciones ilegítimas sean relativamente más convenientes en comparación con las acciones legítimas. Gottschalk se refiere al rango social de un individuo dentro de una jerarquía formal o informal, o la posición relativa de una persona a lo largo de una dimensión social valorada, es decir, el grado en que un individuo es respetado y admirado por los demás. Las diferencias de status conducen a variaciones de oportunidades basadas en el reconocimiento de un actor de que el otro tiene derecho a ciertos privilegios. Un status o rango social más alto otorga a su titular una serie de beneficios tangibles tanto en el ámbito profesional como en el personal. Por ejemplo, los actores de alto status son buscados para recibir asesoramiento, se les paga más, reciben ayuda no solicitada y se les acredita de manera desproporcionada en tareas conjuntas. De innumerables maneras, nuestro ecosistema social recompensa constantemente a aquellos con un alto status.

Proposición 2b. La mayor facilidad de acceso a los recursos se asocia con una mayor conveniencia para cometer delitos financieros.

La Alta Dirección suele tener acceso legítimo a los recursos para cometer delitos financieros, entendiendo de manera amplia al recurso como un facilitador utilizado para satisfacer necesidades humanas y organizacionales. El acceso a los recursos equivale al acceso al poder, lo que podría crear oportunidades para un comportamiento desviado. La oportunidad delictiva se describe como la presencia de una combinación favorable de circunstancias que hace relevante un posible curso de acción. Una oportunidad es atractiva como medio de responder a deseos, anhelos y ambiciones. Entonces, cometer delitos financieros puede ser conveniente debido al status del delincuente y al acceso legítimo a los recursos.

Proposición 2c. La decadencia organizacional en forma de deterioro institucional está asociada con una mayor conveniencia para ocultar los delitos financieros.

La posición privilegiada de los delincuentes de cuello blanco es el resultado de varios factores. Sus delitos son especialmente difíciles de probar porque utilizan medios sofisticados para ocultarlos. A menudo, también pueden permitirse los mejores abogados y tienen la influencia política para manipular el proceso legislativo en su beneficio y, si es necesario, para sobornar a funcionarios. Además, el sesgo de clase funciona a su favor.

El ocultamiento del crimen se vuelve más conveniente cuando hay una decadencia organizacional en forma de deterioro institucional. Lo desviado es lo normal, tanto que las acciones legales como las ilegales en la empresa se dan de manera caracterizada por la desorganización. El ocultamiento del delito ocurre desapareciendo entre otras transacciones aparentemente legítimas.

Proposición 2d. El caos organizacional en forma de falta de supervisión y tutela se asocia con una mayor conveniencia para ocultar delitos financieros.

La falta de supervisión y tutela puede crear un caos que mejora la oportunidad de ocultar los delitos financieros en el entorno organizacional. La teoría de la agencia sugiere que los intereses del principal y del agente tienden a divergir, pueden tener diferente disposición al riesgo o aversión al riesgo, existe asimetría de conocimiento entre las dos partes y el principal tiene información imperfecta sobre la contribución del agente. En una situación caótica (o no tanto), la información financiera suele ser una forma conveniente para ocultar malas noticias mediante registraciones contables falsas.

Proposición 2e. El colapso del mercado causado por la complejidad de las reglas, los cárteles, las redes criminales y otros factores se asocia con una mayor conveniencia para ocultar delitos financieros.

Mientras que el deterioro institucional desorganizado provoca la decadencia y la falta de supervisión y tutela provoca el caos, las estructuras criminales del mercado provocan el colapso externo. El colapso puede ser causado por la complejidad de las reglas, la participación en redes criminales como los cárteles y los delitos financieros como la forma habitual de hacer negocios.

Algunas leyes, normas y reglamentos son tan complejos que el cumplimiento se vuelve aleatorio, incluso los oficiales de cumplimiento especializados tienen dificultades para comprender qué recomendar a los ejecutivos de negocios en las organizaciones. Por otro lado, un cártel es una red delictiva típica en la que participan miembros de la Alta Dirección de empresas competidoras que han optado por que sus negocios cooperen ilegalmente en el mercado, acordando la distribución del mercado, los niveles de precios y las cuotas de producción. Para los miembros desviados de la Alta Dirección, los monopolios, los cárteles y las redes criminales pueden representar vías atractivas para obtener ganancias adicionales.

Proposiciones de voluntad

Según la columna central del cuadro de arriba la voluntad puede basarse en la elección y la inocencia. La elección es una decisión consciente de cometer un delito, mientras que la inocencia es la percepción de no tener un rol en él.

El escándalo se define como la publicidad disruptiva de una mala conducta, es decir, una situación posterior a la detección y divulgación al público. Frente al escándalo, el status ofrece menos protección. El delito de cuello blanco puede ser el resultado de una elección basada en la identidad, la racionalidad y el aprendizaje, y el delito de cuello blanco puede ser el resultado de la inocencia basada en la justificación y la neutralización.

La disposición personal a la conducta desviada aumenta a medida que aumenta la brecha entre dos fuerzas antagónicas: el empuje de los deseos y la atracción de la autorregulación. La falla del autocontrol surge porque un ejecutivo experimenta un deseo potente y abrumador que impulsa comportamientos impulsivos, mientras que el funcionamiento mental se ve comprometido de forma temporal o permanente y es incapaz de anular los comportamientos impulsados por el deseo. El fracaso del autocontrol es el resultado de un deseo que es demasiado fuerte para ser sofocado. En general, el autocontrol refleja la capacidad y la motivación de un individuo para anular los deseos y los impulsos con el fin de actuar de acuerdo con los objetivos a largo plazo. El funcionamiento humano efectivo requiere la capacidad de trascender los deseos primarios y los comportamientos habituales para comportarse de una manera socialmente apropiada. Cuando falla el autocontrol, las personas ignoran las implicaciones a largo plazo de sus comportamientos y sucumben a sus deseos, como comer alimentos grasos, engañar a una pareja o participar en comportamientos poco éticos. En última instancia, la falta de autocontrol contribuye a la mala salud física y mental, la delincuencia y las relaciones interpersonales de baja calidad.

Proposición 3a. Los miembros de la Alta Dirección con una identidad desviada tienen un mayor nivel de disposición a involucrarse en delitos financieros.

La identidad es la primera proposición de conveniencia dentro del tema de la voluntad. El crimen como opción puede basarse en una identidad que hace aceptable que los miembros de la élite infrinjan la ley, una identidad profesional desviada, una identidad de narcisista que espera un trato preferencial, la identificación narcisista con la organización, entre otros. La identificación narcisista es un tipo especial de narcisismo, donde el delincuente ve poca o ninguna diferencia entre él mismo y la empresa. El dinero de la empresa es dinero personal que se puede gastar de la forma que prefiera el narcisista. El sentido único de sí mismo de la persona se entiende en referencia a esa organización, que define el yo individual.

Proposición 3b. Cuando los beneficios percibidos del delito superan los costos percibidos, los miembros de la Alta Dirección tienen un mayor nivel de disposición a involucrarse en delitos financieros.

El supuesto de elección racional sobre la ofensa se basa en un fundamento normativo donde las ventajas y desventajas se comparan subjetivamente. Cuando no se percibe una probabilidad de detección, entonces no hay un efecto disuasorio para prevenir delitos. La elección racional se ocupa de que los beneficios del delito excedan los costos, donde la probabilidad percibida de ir a prisión es un elemento de costo. Otro elemento de costo es la exposición a los medios, donde los periodistas de investigación a menudo son los primeros en revelar los presuntos delitos de cuello blanco y al delincuente. La detección de malas conductas y delitos por parte de los periodistas de investigación juega un rol vital en esta proposición.

El modelo económico de interés propio racional consiste en sopesar los pros y los contras de cursos de acción alternativos. Cuando aumenta el deseo, aumentan los beneficios en la comparación racional costo-beneficio, lo que a su vez influye en la voluntad. La perspectiva de la elección racional simplemente establece que cuando los beneficios superan los costos, conviene la conducta desviada. La racionalidad se restringe al materialismo egoísta. Es menos probable que los individuos y las organizaciones cumplan si concluyen que seguir las leyes, políticas y procedimientos es menos rentable que violarlas.

Proposición 3c. Un miembro de la Alta Dirección con una asociación diferencial más fuerte con individuos que le enseñan conductas desviadas tiene un mayor nivel de disposición a involucrarse en delitos financieros.

Edwin Sutherland, sociólogo que acuñó el término crimen de cuello blanco, desarrollo la idea de la asociación diferencial: los delincuentes se asocian con quienes están de acuerdo con ellos y se distancian de quienes no lo están. Entonces la elección del delito es causada por el aprendizaje social de otros con quienes se asocian los delincuentes. En el entorno de la Alta Dirección, los miembros que tienen una conducta desviada pueden promoverla en otros miembros por la vía de la asociación diferencial. La exposición a las actitudes de los miembros de la organización que favorecen o rechazan los códigos de conducta influye en las actitudes del individuo. El individuo se apartará del código si se expone más a actitudes que favorecen la transgresión que a actitudes que favorecen el cumplimiento. Aprender de los demás es un proceso activo donde el aprendizaje del delito hace que sea más conveniente favorecer la violación de la ley. El refuerzo diferencial de la conveniencia del delito se desarrolla con el tiempo a medida que los individuos se vuelven vulnerables a diversas asociaciones y definiciones que conducen al desvío.

Proposición 3d. Los miembros de la Alta Dirección con una mayor capacidad para justificar irregularidades tienen un mayor nivel de disposición a involucrarse en delitos financieros.

La justificación del delito puede referirse a un individuo que afirma que la conducta es moralmente justificable o que resulta de una selección de información sesgada a un nivel superior. Pueden justificarse por eventos negativos de la vida que le han ocurrido, por la presión de los compañeros o por un contexto laboral tóxico. En una justificación, el actor admite la responsabilidad del acto en cuestión, pero niega su contenido peyorativo y negativo. Las personas usan mecanismos de justificación que les permitan "explicar" su comportamiento, para evitar la disonancia cognitiva y mantener su sentido de identidad. También pueden alegar que el delito era un medio requerido y necesario para lograr un objetivo importante. Por ejemplo, un soborno no representa nada en valor en comparación con los ingresos potenciales de un gran contrato en el extranjero. Alternativamente, una tergiversación temporal de los registros contables podría ayudar a salvar la empresa y miles de puestos de trabajo.

Proposición 3e. Los miembros de la Alta Dirección con una mayor capacidad para negar la culpa tienen un mayor nivel de disposición a involucrarse en delitos financieros.

La voluntad personal se relaciona con la impresión de que, sorprendentemente, pocos delincuentes de cuello blanco piensan que han hecho algo malo. La mayoría de ellos se sienten inocentes y víctimas de la injusticia cuando son acusados, procesados y (muy excepcionalmente) condenados. Mediante la aplicación de técnicas de neutralización niegan la responsabilidad, acusan a los jueces, apelan a lealtades superiores y argumentan errores en el procedimiento penal. Encuentran aceptables sus propios actos ya que no los consideran un delito y, por lo tanto, no se sienten culpa.

Key take-aways

La gravedad de las conductas desviadas de la Alta Dirección viene atrayendo mayor atención recientemente, sobre todo a partir de los debates en torno a la “irresponsabilidad social de las empresas”. Dice Gottschalk que la literatura de management se ha rendido a los pies de la RSE (responsabilidad social empresaria) mientras que la práctica de la gestión ha estado dominada por la ISE (irresponsabilidad social empresaria), donde las acciones dañinas corporativas se consideran como una mera irresponsabilidad. Sólo se pueden alcanzar condenas (penales) severas en la medida en que la gravedad del tema sea capturada por la opinión pública. Sin embargo, la condena social varía según la claridad en la culpabilidad, el daño generado, la violación de la confianza y la necesidad de mostrar equidad. Si el acusado tiene éxito en su renuncia pública a la responsabilidad, entonces declina la preferencia social por la acción punitiva. El infractor puede alegar que no se dieron una o más de las condiciones de una agencia responsable, saliéndose la acción de su control y siendo el (o ella) una mera bola de billar, impulsada impotentemente a través de diferentes situaciones.

La Teoría de la Conveniencia de Gottschalk ha sentado las bases para futuras investigaciones basadas en una explicación multidimensional de los delitos de cuello blanco. Este modelo estudia a la conveniencia desde tres aristas: los motivos (posibilidades y amenazas), la oportunidad (acciones y ocultamientos) y la voluntad (elección e inocencia). El triángulo de la conveniencia tiene similitudes con el conocido triángulo del fraude que sugiere tres condiciones para el fraude por parte de posibles delincuentes: (1) incentivos y presiones, (2) oportunidades y (3) actitudes y racionalización. Sin embargo, hay tres diferencias claras. Primero, la conveniencia es un concepto relativo, lo que indica que los delincuentes tienen la opción de acciones alternativas para alcanzar sus metas donde su comportamiento podría no involucrar acciones ilegítimas. Mientras que el triángulo del fraude sugiere que mayores oportunidades estimularán las tendencias delictivas, el triángulo de la conveniencia sugiere que las oportunidades relativas estimularán tales tendencias. En la perspectiva de la conveniencia, no hay razón para cometer un delito, incluso si existen amplias y atractivas oportunidades, siempre que las decisiones alternativas, y más convenientes, que involucren un comportamiento legítimo, puedan conducir al mismo resultado o incluso a un mejor resultado. El grado de conveniencia relativa más que el grado de oportunidad absoluta determina si una irregularidad parece atractiva. Un miembro de la Alta Dirección extremadamente orientado a la conveniencia puede recurrir más rápido a actividades ilegales cuando las actividades legales son un poco más estresantes. Por otro lado, un tomador de decisiones menos orientado a la conveniencia puede tratar de resolver problemas y explorar oportunidades sin violar las políticas y regulaciones.

En segundo lugar, mientras que el triángulo del fraude se refiere a la oportunidad en general, el triángulo de la conveniencia se refiere a la oportunidad en un entorno ocupacional de estatus y acceso. Los delincuentes tienen acceso privilegiado a los recursos para cometer y ocultar las irregularidades. A menudo hay demasiada confianza y falta de control que generan oportunidades convenientes para los miembros de la élite. Tercero, el alcance de la oportunidad no es solo una constante o una variable determinada externamente. Más bien, un delincuente potencial puede crear y expandir el espacio de oportunidades con el tiempo. Al reducir la transparencia, controlar los flujos de información, amenazar a los denunciantes potenciales, concentrar la toma de decisiones (con un estilo de liderazgo autoritario), un delincuente potencial puede desarrollar un espacio de oportunidades que crece convenientemente con el tiempo.

La Teoría de la Conveniencia intenta proporcionar un paraguas en lugar de un reemplazo de las perspectivas criminológicas tradicionales, como el autocontrol y la neutralización. Las perspectivas integradas en la teoría de la conveniencia se relacionan con la cuestión organizativa del Compliance de diversas formas, lo que presenta una evolución a la tradicional teoría del triángulo del fraude.

Fuentes:

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