Códigos Pirata, ¿qué podemos aprender de ellos?

Los piratas, en contraste con las sociedades de Europa y América de la época, son retratados como bandidos democráticos y muy igualitarios, que repartían el botín equitativamente, ofrecían indemnizaciones a los compañeros heridos en la batalla y nombraban a sus propios oficiales por voto popular. Los códigos (artículos), firmados por los miembros de una tripulación, establecían precisamente estas reglas para la disciplina y la jerarquía, las prácticas económicas, el control social y los sistemas de justicia de los piratas. Contrario a lo que pasaba entonces, cuando la firma del código condenaba al tripulante en caso de ser atrapado, en la actualidad encontramos que los códigos de conducta pueden “salvar” a la organización, en la medida en que el sistema de prevención funcione adecuadamente. ¿Qué semejanzas y diferencias encontramos entre unos y otros? ¿Cuáles puede considerarse más efectivos para los fines que persiguen? ¿Cómo redactar un buen código? ¿Cómo aplicar las sanciones? Aunque las películas muestren cierto romanticismo en unas prácticas piratas del todo cuestionables, algunos aspectos de su organización llaman a la reflexión, por ejemplo, la idea de pensar a la empresa como un barco en el que vamos todos juntos y las reglas claras para los incentivos positivos y negativos (repartir las utilidades y aplicar sanciones), conceptos de suma importancia en el mundo del Compliance.

Por Raúl Saccani.

Código Pirata

Los códigos pirata, en su definición más simple, eran conjuntos de reglas redactadas para mantener el orden y regular el comportamiento que podría ser perjudicial para la seguridad de la embarcación o la armonía de su comunidad. La ley 27.401 consigna, entre los elementos mandatorios de un programa de integridad, el contar con un código de ética o de conducta, o la existencia de políticas y procedimientos de integridad aplicables a todos los directores, administradores y empleados, independientemente del cargo o función ejercidos, que guíen la planificación y ejecución de sus tareas de forma tal de prevenir la comisión de corrupción. El Código de Ética o de Conducta es un elemento esencial del Programa o de cualquier iniciativa razonable de Compliance. Agrupa en un único documento las políticas de integridad generales aplicables a todos los integrantes (y eventualmente los terceros). Aunque existan piezas específicas que lo profundicen o complementen, la orientación ética esencial para conducirse en los negocios de la empresa debe encontrarse allí.

El primer conjunto de pautas (los códigos pirata o artículos, conocidos en inglés como “articles of agreement”) supuestamente fue escrito por el bucanero Bartolomeu Português a principios de 1660, aunque el primero registrado se atribuye a George Cusack unos años más tarde. Basados en leyes marítimas anteriores y códigos de corsarios, se convirtieron en una autoridad independiente de cualquier nación. Se conocieron también como Chasse-Partie, Charter Party, Custom of the Coast o Jamaica Discipline, variaban de un capitán a otro y, a veces, incluso de un viaje a otro; pero generalmente eran similares en cuanto a que incluían disposiciones sobre disciplina, especificaciones para repartir el tesoro entre los tripulantes y la compensación para los malheridos.Diferentes grupos de piratas redactaron conjuntos de códigos de acuerdo con sus diferentes convicciones y circunstancias, cada uno poniendo más o menos énfasis en los aspectos de su vida profesional y social. En otras palabras, ya por entonces los piratas ajustaban sus códigos a los riesgos, dimensión de la “empresa” y capacidad económica.

¿Dónde empieza actualmente el camino del diseño de las políticas? Las regulaciones nos dicen que no se puede poner en marcha una política genuina de Ética y Compliance sin comenzar con una evaluación de riesgos de la organización. Así lo enfatiza la guía titulada “Evaluación de los Programas de Cumplimiento Corporativo", emitida por el Departamento de Justicia de EE.UU., cuando define que un programa bien diseñado implica contar con políticas y procedimientos que dan contenido y efecto a las normas éticas y que abordan y apuntan a reducir los riesgos identificados por la empresa. Como umbral mínimo, dice la guía, los fiscales deben examinar si la compañía tiene un Código de Conducta que establezca, entre otras cosas, el compromiso con el pleno cumplimiento de las leyes pertinentes, que sea accesible y aplicable a todos los empleados. Como corolario, los fiscales también deben evaluar si la compañía ha establecido políticas y procedimientos que incorporen la cultura de cumplimiento en sus operaciones diarias.

Los códigos pirata se formulaban para aplicarse a una tripulación específica (es decir, un grupo de piratas que navegaban juntos en un barco), pero a medida que éstas crecían y eventualmente se subdividían, los códigos de la tripulación original podrían aplicarse a toda la compañía (un grupo de piratas navegando en dos o más barcos pero bajo una estructura de mando general). En otras ocasiones, cuando una tripulación pirata se dividía en dos o más, cada una bajo su propio mando, se podían redactar conjuntos de artículos completamente nuevos o revisar los antiguos. Se sugiere que el hecho de que las nuevas tripulaciones tendieran a redactar sus propios artículos, en lugar de basarse en los redactados por sus predecesores, indica el importante estatus que los piratas imbuían a estas reglas a bordo, discutiendo la utilidad de varias disposiciones, agregando o eliminando lo que mejor les parecía. Interesante recomendación para los Compliance Officers modernos.

De manera análoga a lo que hacían los piratas antes de emprender un nuevo viaje, el mapeo de la exposición a riesgos de Compliance permitirá evaluar las fortalezas y debilidades de la organización y establecer las prioridades (y reglas). Deberíamos identificar las áreas más sensibles, qué unidades de negocios presentan la mayor exposición al riesgo, y qué instancias o actividades han generado la mayor cantidad de incidentes. Una evaluación exhaustiva del riesgo, que se actualiza periódicamente y permite dirigir el tiempo y la energía a las necesidades más urgentes, lleva a que Compliance tome distancia de los temas estrictamente legales.

Han sobrevivido nueve juegos completos o casi completos de códigos pirata, principalmente de “A General History of the Pyrates” de Charles Johnson, publicado por primera vez en 1724, y de los registros mantenidos por los procesos del Tribunal del Almirantazgo en los juicios de piratas. Parte de la razón por la que pocos han sobrevivido es que los piratas que estaban a punto de ser capturados o entregados a menudo quemaban sus códigos o los arrojaban por la borda para evitar que los documentos se usaran en su contra en el juicio.

El Código de Conducta es la piedra fundamental y la base de todo programa de integridad. Es su “constitución”. Vale, entonces, que le dediquemos a su elaboración tiempo y criterio. El Código de Conducta debe presentarse como una guía para tomar decisiones difíciles. Cuando son cortos y los redactamos en tono positivo (no como un listado de prohibiciones) y usando lenguaje cotidiano, se convierten en un documento de consulta permanente.

Debido a la necesidad práctica de mantener algún tipo de orden a bordo de cualquier barco, incluidos los piratas, la redacción de artículos a menudo figuraba entre los primeros actos de una nueva tripulación. La “obligación” suscrita por la tripulación de Cusack se redactaba el mismo día del motín que condujo a la piratería. Después de que comenzara un viaje pirata, los nuevos reclutas provenientes de barcos capturados a veces firmaban el código, en algunos casos voluntariamente, en otros casos bajo amenaza de tortura o muerte. Valiosos artesanos como carpinteros o los navegantes, eran especialmente propensos a verse obligados a firmar artículos bajo coacción, y rara vez serían liberados independientemente de su decisión de firmar, lo que les daba mejores posibilidades de ser absueltos si los capturaba la ley.

Para poder diseñar un programa de integridad en la organización y lograr que sea efectivo, hay que diseñarlo desde la percepción de los empleados. Solo si ellos lo compran, y las declamaciones desde “arriba” les resultan creíbles, lo van a aceptar e internalizar en sus procesos de toma de decisiones. Este punto central ha sido capturado en las preguntas del Registro de Transparencia e Integridad Empresarial, cuando pregunta qué áreas de la organización participaron del diseño del Código de Conducta y la “Participaron de los trabajadores y las trabajadoras y/o sus representantes sindicales”, asignando a esta última un impacto en el nivel de madurez de los programas.

En el caso de los códigos pirata, la inclusión de los tripulantes en su redacción también era una práctica bastante extendida (sobre todo para evitar posteriores motines). Habiendo establecido la necesidad de algún mecanismo para mantener el orden, la siguiente tarea de los piratas era redactar el contenido de sus artículos. Ya sea que esto lo hiciera una persona, un comité selecto o toda la tripulación, variaba de un barco a otro. Quien ideó y escribió los artículos fue menos significativo que el hecho de que tenían que ser acordados, más o menos, por toda la tripulación. La firma de códigos era una ceremonia realizada de manera solemne y seria.A cada miembro de la tripulación se le pedía que firmara o dejara su marca en el código y, luego, hiciera un juramento de lealtad u honor. A veces, este se tomaba sobre una Biblia, sobre pistolas cruzadas, espadas, sobre un cráneo humano o un cañón. El acto incorporaba formalmente al firmante a la tripulación pirata, generalmente dándole derecho a votar por oficiales u otros "asuntos de actualidad", a portar armas y a ser parte del botín. Una vez firmados, se colocaron en un lugar destacado, a menudo la puerta de la cabina del capitán.

Los “Lineamientos de la Oficina Anticorrupción (OA)” establecen que la empresa puede contar con un Código único (suficientemente abarcativo) o con una amplia variedad de políticas, procedimientos o protocolos separados (cuya sumatoria constituya suficientemente la orientación que la Ley requiere). Puede, asimismo, combinarse un Código como política central y un conjunto de complementos específicos, sea que amplíen los contenidos o lo profundicen en relación con determinados sectores u operaciones con riesgo diferenciado. Cualquiera de esas opciones es aceptable, dicen los Lineamientos, en la medida que, en definitiva, sea posible acreditar que existen políticas precisas que expresan con claridad:

  • Valores de la organización.
  • Pautas éticas que guíen el obrar de todos los integrantes.
  • Prohibiciones suficientes de los comportamientos indebidos.

Los Lineamientos hacen aquí una referencia explícita a las conductas, entendidas como los comportamientos que cabe esperar de cada colaborador para desalentar los delitos individualizados en el art. 1 de la Ley 27.401. En línea con lo que decíamos arriba, las políticas deben en constituir una orientación clara y sencilla para los integrantes respecto a qué temperamento adoptar y qué comportamiento seguir frente a actos de corrupción en la empresa o solicitudes indebidas o acciones impropias por parte de funcionarios.

Los códigos pirata no eran inmutables ni estandarizados: aunque todos los conjuntos sobrevivientes comparten ciertas similitudes, todos son únicos en mayor o menor grado. La similitud más significativa que comparten es que se redactaron de acuerdo con las experiencias de los piratas en la sociedad. A través de su emulación de sistemas legítimos de jerarquía y autoridad, control social, justicia y castigo, e incluso el uso mismo de un contrato para definir y mantener sus reglas, los piratas basaron su modelo en las sociedades en las que habían crecido y vivido antes de convertirse a la piratería.

Contenidos típicos del Código de Conducta según Lineamientos de la OA Contenidos típicos delos Códigos Pirata
•  Valores y principios de la compañía.

•  Regulación aplicable.

•  Misión, objetivos y visión.

•  Relación con consumidores, accionistas, empleados, socios de negocios, funcionarios públicos, proveedores.

•  Reglas sobre información y comunicación, confidencialidad, contabilidad y reportes.

•  Principios de competencia leal.

•  Prohibición de soborno, fraude y pagos de facilitación.

•  Adhesión del personal interno, terceros y socios en forma expresa.

•  Reglas respecto a lobby empresario.

•  Reglas sobre financiamiento de campaña y contribuciones políticas.

•  Reglas sobre regalos, hospitalidades y gastos.

•  Reglas sobre el uso de activos de la empresa.

•  Conflictos de interés.

•  Reglas de aceptación de la diversidad y no discriminación.

•  Pautas y límites en relación a la política de responsabilidad social empresaria y donaciones.

•  Resguardo de la información y archivos.

•  Reglas sobre la reducida expectativa de privacidad en el uso de medios y dispositivos provistos por la empresa.

•  Canal de denuncias o línea ética.

•  Régimen de sanciones.

•  Política de no represalias a denunciantes.

•  Derecho al voto y ala distribución equitativa.

•  Reglas para el reparto del botín.

•  Lealtad a la empresa.

•  Derecho a aceptar el perdón si es ofrecido.

•  Juramento de secreto.

•  Definición de horas de trabajo y descanso.

•  Buen trato a los presos.

•  Robo a la empresa.

•  Limitaciones al juego de azar.

•  Horario para apagar las luces.

•  Mantenimiento adecuado de las armas.

•  Prohibición a forzar a un hombre contra su voluntad.

•  Deserción y cobardía en acción.

•  Prohibición de peleas a bordo.

•  Prohibición a hablar sobre romper el juramento.

•  Mandato legal a ser obedecido.

•  Prohibición a disparar armas en la bodega.

•  Prohibición del ultraje/violación (rape).

•  Indemnización por lesiones.

•  Sanción por huir de la tripulación.

•  Parte que se dará cuando se solicite.

•  Acciones/beneficios adicionales.

•  Embriaguez en acción.

•  Llevar mujeres y/o niños a bordo.

Fuente: Lineamientos de la OA y Fox, 2013.

Artículos del código de Bartholomew Roberts

Los artículos de Bartholomew Roberts eran similares (aunque no idénticos) a los de su antiguo capitán, Howell Davis. A su vez, los artículos de Roberts influyeron a los de piratas como Thomas Anstis, que sirvieron a sus órdenes y luego siguieron su propio camino.

I.Todo hombre tiene voto; tiene derecho a provisiones frescas o licores fuertes, y si le corresponden, puede usarlos a voluntad, salvo en periodos de escasez o por el bien de todos.

II.El botín se repartirá uno a uno, por lista; pero si alguien defrauda o engaña, el abandono en una isla desierta será su castigo.

III. No se puede jugar a las cartas o a los dados.

IV. Las luces y velas se apagan a las ocho en punto de la noche: si algún miembro de la tripulación quisiera seguir bebiendo, tendrá que hacerlo en cubierta.

V. Mantener la pistola y sable limpios y aptos para el combate.

VI. No se permiten niños ni mujeres en el barco. Si cualquier hombre fuera encontrado seduciendo a una mujer y la llevase a la mar disfrazada, sufrirá la muerte.

VII. Abandonar el barco o quedarse encerrado durante una batalla se castigará con la muerte o abandono.

VIII. No se permiten las peleas a bordo. Se pondrá fin en la costa, a espada y pistola. Si tras disparar, ninguno acierta, se batirán con sus espadas, siendo declarado vencedor el que consiga la primera sangre del rival.

IX. Ningún hombre puede abandonar esta forma de vida hasta que haya compartido mil libras en el fondo común.

X. El Capitán y el Intendente reciben dos partes de cada botín; el maestre, contramaestre y el cañonero una parte y media; y el resto de oficiales una parte y cuarto.

XI. Los músicos tienen que descansar el sábado.

Fuente: Fox, 2013.

¿Un capítulo sobre sanciones?

Los piratas, así como los marinos mercantes y los corsarios, vivían en comunidades cerradas, y su necesidad de definir y reprimir el crimen no era menor que la de la Royal Navy y, de hecho, de la sociedad en general. Aun así, la supuesta brutalidad de la disciplina y el castigo tanto en el servicio naval como en el mercante se ha citado a menudo como una de las principales razones por las que los marineros recurrían a la piratería.

Los códigos piratas especificaban solo cuatro tipos diferentes de castigo, todos los cuales tenían algún paralelo en los sistemas legítimos de punición: perder su participación en el botín, que era más o menos comparable con una multa; la flagelación o paliza, que es directamente comparable con castigos similares en servicio legítimo; el abandono (marooning) que era asimilable al exilio; y la ejecución.

Pirata abandonado, de Howard Pyle.

Los Lineamientos de la OA subrayan que el legislador ha enfatizado especialmente la necesidad de aplicación de sanciones frente a infracciones. Para ello será indispensable que:

  • Las sanciones por infracciones al Código de Ética estén claramente establecidas por escrito y sean pertinentes y proporcionales.
  • Junto con el protocolo de investigaciones, en el Código o en un procedimiento aparte, se establezca una política disciplinaria justa, clara y transparente.

Cuando se comparan códigos de conducta modernos, no parece que las organizaciones estén yendo tan a fondo en este sentido, en parte debido a los desafíos que presenta la Justicia Laboral en materia de sanciones de empleados y su eventual desvinculación con causa. Los códigos de conducta no van más allá de la aclaración a todos los colaboradores que las violaciones de los valores de la organización no se toleran, por lo que tendrán, inexorablemente, sanciones. Sin embargo, cuando estas circunstancias en última instancia derivan en una desvinculación sin causa suele presentarse el debate sobre la eventual contradicción entre los mensajes del código y el “premio” que supone una indemnización con carta para seguir las conductas en la empresa siguiente. Imaginemos los motines que hubieran tenido lugar si los piratas que rompían sus juramentos hubieran sido, en vez de abandonados a su suerte en una isla desierta, subidos a otro barco y con un premio en sus manos. Puras fantasías.

Es por eso que, dicen las regulaciones modernas, la mera mención de las sanciones en el código no es suficiente. Estas no deben caer como sorpresa. Cuantas más personas se enteran de las sanciones impuestas (aunque sin el nombre del implicado), mejor será el efecto. La guía del Departamento de Justicia de los Estados Unidos menciona como ejemplo la discusión de casos en los entrenamientos que terminaron en sanciones como muy efectivas. Se discute mucho si es conveniente establecer una política de sanciones con un catálogo de comportamientos inadecuados y las sanciones correspondientes. Algunas empresas, incluso, las publican.

Una política de sanciones apunta a dar previsibilidad y transparencia al tema. Además, puede funcionar como una suerte de corsé para los decisores que fomentan la aplicación equitativa de sanciones. A diferencia de un catálogo de violaciones y sanciones, sí es importante tener una política respecto a quiénes deciden y con qué procesos y procedimientos. Así se ordena el proceso de decisión y se da a toda la organización una señal de imparcialidad y justicia en la aplicación de sanciones. De a poco, se va formando un cuerpo de jurisprudencia interna que puede constituir una buena guía para decidir.

Delito Código del Capitán Kidd Código del Capitán Roberts Código del Capitán Antis Código del Capitán Lowther Código del Capitán Low Código del Capitán Philips
Violación Muerte Muerte Muerte
Deserción Muerte o

abandono

Abandono Muerte Abandono
Robo Abandono Abandono Abandono o muerte
Fraude Abandono Abandono Como se considere apropiado Como se considere apropiado Como se considere apropiado
Cobardía Pérdida de participación Abandono Como se considere apropiado Como se considere apropiado
Juego de azar Paliza Como se considere apropiado Como se considere apropiado Abandono o muerte
Unión a tripulación rival

 

Abandono Como se considere apropiado
Prender fuego abajo cubiertas Paliza Paliza
Golpear a otro Como se considere apropiado Como se considere apropiado Paliza
Desobediencia Pérdida de participación o como se considere apropiado Como se considere apropiado
Negligencia con las armas Pérdida de participación Pérdida de participación o Como se considere apropiado
Embriaguez Pérdida de participación Como se considere apropiado
Fuente: Fox, 2013.

Por más contradictorio que parezca, los piratas buscaron mejorar su propio estatus, dentro del marco social preexistente de la sociedad. Eran sociedades criminales “con códigos”. Aunque las películas muestren cierto romanticismo en unas prácticas piratas del todo cuestionables, algunos aspectos de su organización llaman a la reflexión. Por ejemplo, la idea de pensar a la empresa como un barco en el que vamos todos juntos y las reglas claras para los incentivos positivos y negativos (repartir las utilidades y aplicar sanciones), conceptos de suma importancia en el mundo del Compliance.

Por el lado de los incentivos positivos, el sistema de compensación de los piratas representó una desviación radical de las prácticas en la marina mercante, la Royal Navy y el corso. Niveló una elaborada jerarquía de rangos salariales y redujo decisivamente la disparidad entre la parte superior e inferior de la escala. De hecho, ha sido uno de los planes más igualitarios para la distribución de recursos que se haya encontrado a principios del siglo XVIII. Algunos piratas que habían servido anteriormente como marineros en la Royal Navy habrían experimentado una disparidad mucho mayor entre sus propios salarios y la paga de sus capitanes, al igual que los hombres que habían servido anteriormente en viajes corsarios. Es posible, por lo tanto, que el aparente igualitarismo de los piratas fuera una reacción contra las perspectivas relativamente más pobres que enfrentaban en un servicio legítimo. Sin embargo, los hombres que se convirtieron en piratas tenían, como grupo, una experiencia marítima considerablemente más amplia que solo la Royal Navy y ciertos corsarios. Dada la naturaleza esencialmente transitoria del empleo de los marineros, es probable que muchos hombres hayan servido en más de un tipo de embarcación antes de dedicarse a la piratería. Esta variada experiencia habría dado a las tripulaciones piratas una amplia variedad de tradiciones y prácticas en las que basarse al crear sus artículos y diseñar sus escalas de pago. La mayoría de los capitanes no recibía más de cinco veces la paga de un marinero, y lo dejaban por escrito en el Código.

Nos ofrece un punto de vista interesante con el debate actual sobre la compensación de los altos ejecutivos y su eventual disparidad. Un reciente estudio del Institute for Policy Studies (www.IPS-dc.org) encuentra que la brecha salarial entre los directores ejecutivos y los trabajadores en las corporaciones de bajos salarios creció aún más en 2021.En 106 de las 300 empresas que estudiaron, el salario medio de los trabajadores no siguió el ritmo de la inflación. La brecha promedio entre el salario del director ejecutivo y el salario medio de los trabajadores es de 670 a uno. Cuarenta y nueve empresas tenían índices superiores a 1000 a uno. Un fenomenal contraste con los Códigos Pirata.Ni HStevenson se hubiera atrevido a tanto.

Bibliografía:

  • Imagen: "Firma de los artículos" del juego de tarjetas coleccionables "Jolly Roger Pirates" de Pac-Kups de 1936.
  • Pyle, Howard; Johnson, Merle De Vore (ed) (1921) - Buccaneers and Marooners of the Spanish Main" en Howard Pyle's Book of Pirates: Fiction, Fact & Fancy Concerning the Buccaneers & Marooners of the Spanish Main, New York, EE.UU. y Londres, Reino Unido, Harper and Brothers, p. 26.
  • Kleinhempel Matthias Los ocho pilares de Compliance, Reflexiones y propuestas - - Editorial Temas, Buenos Aires, 2021.
  • Guía de Evaluación de los Programas de Cumplimiento Corporativo del Departamento de Justicia de los Estados Unidos actualizado a junio de 2020.
  • Lineamientos de Integridad para el mejor cumplimiento de lo establecido en los artículos 22 y 23 de la Ley N° 27.401.
  • 28th anual ISP executive compensation report – Junio 2022, disponible en: https://ips-dc.org/report-executive-excess-2022/
  • Fox, Edward Theophilus - Piratical Schemes and Contracts: Pirate Articles and Their Society 1660-1730 - 22 de mayo de 2013, disponible en: https://ore.exeter.ac.uk/repository/handle/10871/14872
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