Compliance Officers más allá del Compliance

La posición del Compliance Officer es una de las más complejas y peculiares en las organizaciones: tiene responsabilidades por el cumplimiento con todas las normas y regulaciones, la eliminación y mitigación de riesgos por “la salud mental” de la empresa.  Algunos de estos deberes se encuentran bien definidos y otras son algo confusas. Algunas son directas y otras indirectas, algunas se mezclan entre supervisión y colaboración(Ver acá).Es una posición transversal, tiene contacto y comunicación directa y (ojalá) frecuente con el CEO y el Directorio de la compañía. Trabaja y coopera con las unidades de negocio y prácticamente con todas las áreas de staff, como Legales, HHRR, AI, CIO, CRO, etc.

Es entonces una posición con un claro rango estratégico(Ver acá).  En resumen: es una posición que le da al Compliance Officer un importante conocimiento sobre la empresa en su totalidad como lo tienen pocos: su estrategia, sus negocios, sus riesgos, sus fortalezas y debilidades (en todos los sentidos), su gente y su estilo de conducción. Estos amplios conocimientos y los frecuentes contactos con la conducción y supervisión de la empresa le confieren poder, por más que sea solo informal, por persuasión e influencia. Es una confirmación del posicionamiento estratégico del Compliance Officer en la organización, tal y como lo describe y requiere el Departamento de Justicia de los EEUU y la SEC (vea link arriba).

Este posicionamiento viene con responsabilidades más allá de lo que típicamente los Compliance Officers ven como su área de responsabilidad. Sus errores en la interpretación de estrategias, modelos de negocio, o de la gestión de RRHH y de Riesgos pueden tener consecuencias no previstas, dado su poder de influencia.

El Compliance Officer entonces debe poseer las calificaciones para poder hacer buen uso de los amplios conocimientos de la compañía y además, las debe usar.  Sería un error replegarse solamente a los temas legales y normativos. Es (quizás la única) persona de la empresa que por su cercanía a las operaciones y la conducción que puede apreciar riesgos y oportunidades antes de que los mismos se concreten. Puede ver quienes en la organización necesitan apoyo específico y si existen eventuales gaps entre los objetivos estratégicos y las capacidades organizacionales, así como tomar posición respecto de las formas de evaluación de desempeño y los sistemas de incentivo que pueden causar problemas para lograr el comportamiento deseado de los miembros de la organización.

De esta forma, los Compliance Officers, capacitados y responsables, se convierten en “trendspotters”,  en alertas tempranas y guías para la Alta Dirección.

Pero lo deben poder. Y querer.