Por Javier A. Cubillas
Analista de Asuntos Públicos
Certificado IAE en Compliance
Mucho se ha escrito sobre compliance y ESG, pero se avecina aún más la necesidad de ajustar expectativas y comunicar adecuadamente por la casuística desatada gracias a la incertidumbre político económica, la Inteligencia Artificial y/o Generativa (en las puertas de la Inteligencia Artífice) y las nuevas Tecnologías aplicadas que producen impensados cambios sociales con impactos rupturistas.
Este mar de cambios de vientos y nuevas tempestades no es el escenario querido por la gestión de riesgos y un Compliance Officer. Pero no es lo que queramos sino el escenario y las demandas externas la que moldea el perfil y las prácticas.
En ese marco, ESG, la IAT (soft y hard) es la incorporación definitiva de un scope interpretativo holístico bajo un nuevo econosistematech que denominamos: ESGIAT. Y por esto, lejos de lo que muchos creerán es el objetivo primordial de este artículo no es lo tecnológico lo que resulta clave en tanto es una variable endógena a las organizaciones y que poco controlamos desde nuestra región la evolución o revolución de la misma que se inserta y atraviesa a la sociedades.
La clave es, a todas luces, el refuerzo y estrategías de comunicación y compliance adecuadas con vistas a operacionalizar acciones para bajar o administrar el grado de incertidumbre interno no sólo ante los cambios repentinos de los contextos de operaciones sino también la capacitación y comprensión del personal respecto un fenómeno que genera altos grados de incomodidad, frustración e incluso creciente ansiedad.
Es decir, la ESGIAT viene a explicitar un escenario presente y futuro que requiere de analistas prudentes pero también de un personal operativo acompañado y con algún grado de previsión informativa sin el cual no podrá asumir sin resquemor todo lo requerido en materia de nuevas competencias y prácticas bajo sistemas de asistencia o respuesta automatizada.
La guía sobre el uso responsable de sistemas autónomos o de asistencia personal con IA y los resultados agregados o exponenciales son parte del nuevo desafío de resguardo de información personal y corporativa, sumado al compromiso en el manejo de conocimiento técnico diferencial y reserva de innovaciones adquiridas. Todos estos son puntos de riesgo y dolor a los cuales atender en nuestros manuales, lineamientos y protocolos internos.
Por esto, la dimensión de la gestión de la comunicación transversal bajo esta visión exige mayor trabajo de las áreas y responsables de comunicación interna y externa, o integrada, con un sólo fin: aportar la cuota suficiente y disponible de creencia interna en un desarrollo sostenible alineado a la organización en un determinado tiempo y adecuado al contexto externo en continuo cambio IAT.
Por esto, nuevamente, como hemos reseñado y alertado en otras columnas sobre nuevas tendencias de compliance, el trabajo mancomunado entre CCO, DIRComs y DRRHH es fundamental para establecer parámetros de convalidación y puesta en práctica de comunicaciones integradas éticas pero también empáticas ante la incertidumbre. Ese desafío, lejos de ser tecnológico sigue siendo analógico, presencial, cara a cara, es trabajo generacional de expectativas significativas y asertivas para las personas.
Sin lo previsto anteriormente, las organizaciones serán sólo nominalmente ESGIAT pero realmente comenzarán a transitar altos grados de descomposición de intereses comunes, prácticas unilaterales, tendencias a la mayor conflictividad y lamentablemente a una crisis por no abordar a tiempo lo más humano de todo que es la conciencia y comprensión de que aún en procesos de revolución tecnológica los grupos de trabajo cohesivos son resultados positivos y preventivos de la gestión de la integridad, comunicación y cultura que tuvo inicio en la ejemplaridad del Tonefrom the Top previniendo lo posible con la información del mercado disponible y con el uso del tiempo razonable para que la formación sea asumida como cultura preventiva pero también resolutiva por la corporación.