¿Un nuevo rol para el Compliance Officer? El auge del Chief Geopolitical Officer

En un mundo donde los riesgos ya no solo vienen de adentro, sino también de conflictos armados, tensiones comerciales y nuevas sanciones globales, las empresas comienzan a preguntarse: ¿necesitamos un Chief Geopolitical Officer? Este nuevo rol, promovido por el Foro Económico Mundial, podría redefinir el trabajo del compliance officer tal como lo conocemos. ¿Estamos listos para esa transformación?

Por Raúl Saccani

En estos días, en los que una sanción, una guerra regional o un giro regulatorio pueden trastocar el valor de un negocio en cuestión de horas, surge una pregunta inquietante para la práctica del compliance corporativo: ¿tendremos que incorporar la responsabilidad geopolítica al rol del oficial de cumplimiento?

Según un texto reciente del World Economic Forum, estamos frente al nacimiento de un rol ejecutivo que podría transformar el tablero de mando corporativo: el Chief Geopolitical Officer (CGO)1.

Su propósito no es meramente gestionar riesgos legales o regulatorios, sino anticipar fracturas internacionales, coordinar respuestas rápidas ante crisis globales y operar en la frontera donde la economía, la política y la seguridad se entrelazan.

De Compliance a Geopolítica: continuidad o quiebre

Un compliance officer tradicional, entre muchas otras, suele encargarse de:

  • Asegurar adherencia a leyes y regulaciones en los países donde opera la empresa.
  • Identificar y mitigar riesgos legales, reputacionales o de corrupción.
  • Coordinar auditorías externas, monitorear denuncias internas, y formar a empleados.

Pero el CGO, tal como lo define el WEF, tiene una ambición diferente: anticipar el rumbo del mundo (fracturas geopolíticas, disrupciones en cadenas globales, sanciones, conflictos armados), integrar esa inteligencia en la estrategia de la empresa y construir escenarios de tesis de valor frente a la volatilidad internacional.

Esa dimensión trasciende lo legal y se extiende al terreno político, estratégico y hasta diplomático.Entonces, ¿es esto una evolución del compliance, o una función totalmente nueva?

Fusión de disciplinas o superposición borrosa

En el cruce de ética y gestión, lo más probable es que estemos frente a una zona difusa de responsabilidades híbridas. En muchas organizaciones, el compliance officer ya es un actor clave en asuntos regulatorios internacionales: conoce tratados, restricciones de comercio, normativas de exportación, controles de sanción. Pero es raro que participe en decisiones estratégicas sobre dónde abrir una planta o cómo reestructurar una cadena logística en un entorno multipolar.

Un CGO no reemplaza al compliance, sino que lo complementa: aporta una visión macro (geopolítica) que el compliance opera a escala micro (regulación local). Quien aspire a ser CGO debe dominar intelectualmente un conjunto diverso: geopolítica, inteligencia estratégica, análisis de escenarios, relaciones con gobiernos, y un enfoque holístico de riesgos. En cierto sentido, el oficial de compliance ya está en el territorio: basta con ampliarlo, con dotarlo de recursos de inteligencia y capacidad de incidencia.

Condiciones de éxito

No basta con colocar un título elegante. El rol solo tomará relevancia si:

  • Se institucionaliza el escalamiento estratégico, no queda reducido a la función de “alertas geográficas”.
  • Se articulan equipos multidisciplinarios: compliance, seguridad, estrategia, gobierno corporativo.
  • El CGO posee autonomía e influencia en decisiones operativas: despliegue de cadenas, inversiones, fusiones, entradas a nuevos mercados.
  • Existe cultura de anticipación: no esperar al shock geopolítico, sino monitorearlo y prepararse con escenarios.

Un desafío para Latinoamérica

Para las empresas de América Latina, el rol del CGO cobra particular urgencia. Estamos expuestos tanto a riesgos globales (guerra comercial, regulaciones en EEUU o China, crisis de materias primas) como a inestabilidades propias (cambios de gobierno, crisis institucionales, corrupción). Un Oficial de Cumplimiento con una mirada geopolítica podría, por ejemplo, anticipar sanciones por conflictos regionales o prever hostilidades comerciales entre bloques que afecten nuestras exportaciones.

Si realmente triunfa el CGO como cargo de alto nivel, es probable que el compliance officer en muchas empresas deba reinventarse: no basta asegurar legalidad; deberá anticipar mundos posibles. Y esa mutación podría no ser una opción, sino una imposición del contexto global.

¿Estamos ante una nueva competencia del oficio del compliance, o ante el advenimiento de un nuevo perfil ejecutivo? En el fondo, la respuesta dependerá de qué tan dispuesta esté cada organización a transformar su forma de pensar el riesgo —y qué espacio le conceda al futuro.

Disclaimer

Por favor lea el descargo de responsabilidad2.

Referencias

1 Why every company now needs a Chief Geopolitical Officer. (2025, July 22). World Economic Forum. https://www.weforum.org/stories/2025/07/chief-geopolitical-officer-business/

2 Los puntos de vista, las opiniones y las posiciones expresadas en todas las publicaciones pertenecen únicamente a los autores y no representan las de la Universidad Austral, el IAE Business School o las empresas o instituciones que las apoyan. No se garantiza la exactitud, integridad y validez de las expresiones hechas en este artículo. No aceptamos ninguna responsabilidad por errores, omisiones o representaciones. Los derechos de autor de este contenido pertenecen a los autores y cualquier responsabilidad con respecto a la infracción de los derechos de propiedad intelectual recae en ellos. En ningún caso podrá ni deberá considerarse la información, análisis y opiniones brindadas en todo o en parte de este artículo como asesoramiento, recomendaciones u opiniones profesionales o legales. El lector que necesite tomar decisiones sobre los temas aquí tratados deberá asesorarse específicamente con profesionales capacitados que evalúen las características, normas legales y conceptos aplicables a su caso específico.